Nada pone más triste a un humano amoroso y responsable con su mascota que su extravío, el temor de que le ocurra algo malo es preocupante y permanente. Fue lo que vivió una mujer en Argentina, y con la ayuda de las redes sociales hizo todo por encontrarlo.
Su corazón se rompió al no saber nada de su perrito
Ludmila es una mujer que adora a su perro Teo que tiene actualmente once años. A finales de mayo el perrito salió de la casa y no regresó. En vista de que no llegaba, de inmediato, comenzó a buscarlo por todos lados. Y pidió ayuda en las redes sociales con la esperanza de que alguien lo haya visto y le diera información de su paradero.
“Yo vivo cerca del club Los Andes, en Lomas de Zamora y, apenas lo publiqué en Facebook, me llegaron mensajes de personas que habían visto a Teo cerca de la tienda mayorista “Paco”, en Banfield. Me siguieron escribiendo vecinas de Lanús que lo volvieron a ver, sabía que lo iba a encontrar, pero estaba asustada porque él es un perro viejito y no sale nunca”, dijo la preocupada humana.
No era una tarea fácil, tenía el tiempo en su contra y una cantidad de peligros que podrían ser terribles para el can que no sabe andar solo en la calle porque siempre está en casa.
La foto de Teo comenzó a ser compartida y rápidamente se viralizó. Eso fue precisamente lo que contribuyó para que una gran cantidad de personas comenzaran a escribirle, indicándole donde habían visto a su perrito, incluso alguien dijo que una mujer lo había encontrado y lo alimentó, y tenía retenido en espera de que ella fuera por él.
“Seguí cada indicación que me dieron acerca de dónde estaba Teo, pero no lo podía encontrar, después me dijeron que estaba en Martín Rodríguez y Camino, y en el Cementerio de Lanús, pero tampoco tuve suerte. No me importaba cómo ir, pero yo me acerqué a cada punto donde supuestamente estaba mi perro. Ayer a la noche me dijeron que lo vieron en la estación de Escalada, y ahí lo encontré, acurrucado cerca de las vías del tren”, explicó la mujer.
Ludmila estaba inmensamente feliz, ver de nuevo a Teo sano y salvo era lo que más quería en este momento. Estaba deseosa de poder abrazarlo y cuidarlo como siempre lo ha hecho.
Cuando lo encontró estaba delgado y sucio, pero eso era lo de menos, lo revisó y se dio cuenta de que no estaba lastimado ni mordido.
Reconoció a todas las personas que colaboraron con ella para poder encontrar a su perro, y recalcó la importancia de que todos colaboremos cuando se den situaciones de perritos extraviados para evitar que les ocurra algún daño: siempre habrá un humano, cuando menos, agradecido por siempre.
Comparte esta hermosa historia con todos tus amigos y siempre sé empático con los perritos en aprietos.