Llevar una vida de calle es algo pesado para cualquier criatura, pues esto significa estar expuesto a constantes malos tratos, al desamparo de un techo y especialmente a la ausencia de una comida segura al menos una vez al día.
De este modo sucede con los humanos pero también con tantos animalitos que hoy en día catalogamos como callejeros.
Ellos sufren mucho en la calle.
No hace falta que un animalito hable para saber todo lo que ha tenido que soportar por no tener hogar y esto es algo que algunas personas no entiendes. Por esa razón prefieren espantarlos apenas se acercan a ellos.
¡Si te topas con un animal callejero ponte en sus patitas y ayúdalo!
Algunos perros, por ejemplo, pueden tornarse violentos por el rechazo que reciben en este mundo; mientras que otros son de lo más amables. Estos te perseguirán e intentarán ganarte tu amor con la esperanza de que los lleves contigo o al menos que le des un poquito de alimento.
Nada te cuesta brindarles una mano.
No obstante para un peludo atrapado en una cómica y emotiva grabación, no hubo protocolo que valiera. Para un mestizo blanco con manchas café el entrar a una tienda de comida para mascotas fue como haber llegado directamente al cielo, y no pudo contenerse ni un poco.
El can se abalanzó directamente a un cesto para tomar unos cuantos bocadillos.
El vídeo compartido en TikTok dura apenas unos 15 segundos pero esos fueron suficientes no solo para delatar la necesidad del peludo, sino el buen corazón de la dueña de la tienda.
Esta mujer se sintió conmovida con el perrito y no quiso interrumpirlo, mientras que él comía desesperadamente las croquetas para la venta.
Realmente tenía mucha hambre.
En lugar de espantarlo, la fémina decide hacer una tierna grabación en la que presenta al perrito.
“Hoy vino otro amiguito. Está comiendo y todavía Cambo, él no come cualquiera, come Cambo. ¿Ya terminaste, tu desayuno?”, dice la mujer entre risas.
Por las palabras del vídeo se intuye que esta generosa dama está acostumbrada a este tipo de visitas: canes sin hogar que llegan a su negocio para calmar su hambre.
Realmente esta mujer es bastante generosa, pues no cualquiera deja que un peludo se devore su mercancía.
El obvio que al ser vendedora de comida para animales se siente bastante ligada con las necesidades de las criaturas; por eso, el dinero no es para ella un problema si con él puede hacer el bien. Nos contenta saber que dentro de tanta maldad que hay en el mundo, aún existen personas amables como esta dama.
Bendiciones a todos aquellos que se desprenden de lo material para ayudar a los demás, comparte esta historia y que este acto de solidaridad le dé la vuelta al mundo.