Hay personas que juzgan a los animales o cualquier ser vivo por su apariencia. Creen que un perrito no vale la pena si no es de una determinada raza. Sin embargo, lo cierto es que todos los peludos son únicos y especiales.
Los mestizos y los perritos de la calle son capaces de pasar por las transformaciones más inspiradoras cuando finalmente alguien les da una oportunidad.
Lo único que necesitan es que alguien los vea con ojos de amor. Charlie es un perrito que durante muchos años vivió en las calles.
Se encontraba en una zona muy transitada y debía lidiar con el constante peligro de los automóviles.
A pesar de su precaria situación, el perrito se las ingenió para sobrevivir pero su salud comenzó a enfrentar serios problemas. Los perritos que tienen el pelaje largo deben recibir limpieza y cortes cada cierto tiempo.
De lo contrario, pueden sufrir dolorosos enredos y hasta dificultad para caminar. Muchos vieron a Charlie en apuros pero continuaron ignorándolo. Finalmente, una dedicada mujer sintió que debía ayudarlo y lo tomó bajo su cuidado.
El perrito temblaba de miedo ante la cercanía de cualquier humano. No sabía lo que era que lo tratasen con amor pero después de mucho desconfiar decidió dejar que lo cuidasen. Algo dentro de sí le decía que querían ayudarle.
El perrito fue llevado a un refugio. Lamentablemente, en ese lugar los peludos como él no contaban con mucho tiempo. Le dieron tan sólo una semana para ser dado en adopción o de lo contrario, lo sacrificarían.
Sin embargo, la peluquera del refugio sabía que un cambio de look ayudaría al perrito a conquistar a los posibles adoptantes.
Charlie recibió un baño y un corte de pelaje. El resultado dejó a todos boquiabiertos.
Parecía otro perrito y lucía más que preparado para comenzar una nueva vida lejos del peligro de las calles. El efecto fue tan positivo que tan sólo dos días después, Charlie consiguió una familia definitiva.
“Gracias por ayudarlo. Felicidades a la persona que lo adoptó. Su hogar será mucho más feliz con la llegada de un perrito”, dijo un internauta.
Ahora, nunca más volverá a sufrir los molestos enredos de pelito. Tendrá comida y un lugar cálido. Durante años, Charlie era considerado un “monstruo” por los transeúntes. Muchos creían que era demasiado feo y que jamás conseguiría un hogar.
Sin embargo, la dedicación de los rescatistas y un merecido cambio de look lo ayudaron a conseguir la vida que tanto merecía.
La salud de los perritos y el cuidado de sus pelitos son un asunto de vital importancia. Charlie es una verdadera prueba de ello. ¡Comparte!