Es difícil olvidar el famoso éxito taquillero «Siete años en el Tibet», película estrenada en 1997 y protagonizada por Brad Pitt. Se trató de un gran proyecto cinematográfico que tuvo como principal locación la ciudad de Uspallata, que cruza los Andes, en la provincia de Mendoza, Argentina.
La presencia de Brad Pitt en el país sudamericano hace más de 25 años, tuvo una gran cobertura mediática. Pero lo que muy pocos sabían, por un deseo expreso del actor de no hacer público su gran acto de altruismo; es que tras terminar la filmación regresó a su país con 3 animalitos adoptados y otros 10 rescatados y colocados en hogares para siempre.
Brad Pitt, con 32 años, recogió un total de 13 animales callejeros que se acercaron a suplicarle cariño y comida
Fue el 18 de septiembre de 1996 cuando el ex de Angelina Jolie llegó a Buenos Aires, sin imaginar que en pocos días se convertiría en un héroe sin capa, como pocos. Asediado por los fans y la prensa, partió en silencio hacia Mendoza, y también en silencio protagonizó el mayor acto de amor.
En ese momento, era novio de Gwyneth Paltrow, quien llegaría días después para acompañarlo y apoyarlo también en su hermoso gesto. Pitt estuvo hospedado en una casona antigua llamada El Cortijo, en Chacras de Coria.
Y resulta que en medio de los ensayos y el despliegue del numeroso elenco, como pasaban el día entero grabando, era normal ver desfilar fuentes de comida con los más ricos manjares.
Así que en cuestión de segundos, perritos abandonados de la zona aparecieron por obra de magia, con sus ojitos brillantes, sabiendo que se «hizo su agosto», suplicando aunque sea un poco de sobras.
Brad Pitt es conocido por su increíble sensibilidad hacia los animalitos, y no es raro verlo acariciar perritos vagabundos.
El actor estadounidense, ahora de 57 años, no pudo permanecer tranquilo ante una escena tan desgarradora. Como era de esperar, se encariñó con los 13 callejeritos que dulcemente se le acercaron en Uspallata.
Otro en su lugar quizás se hubiera compadecido un poco, los hubiera alimentado, o a lo mucho hubiera pedido que alguna organización intervenga. Pero ese no era el caso. Él se encargó personalmente, a pesar de todo el trabajo de esos días, de rescatar a los peludos, que recibieran atención veterinaria, y finalmente enviarlos a hogares responsables.
Mandó a reacondicionar un camión que sería utilizado para el traslado de los animales hasta la clínica de un conocido veterinario, Sergio Biglieri, quien relató que cotidianamente llegaba el «canil móvil» y los animales eran atendidos según sus necesidades.
Después de que los animalitos estuvieran desparasitados, castrados, bañados, alimentados y totalmente recuperados, entonces Brad Pitt los regaló a distintas familias de la zona, asegurándose de que estarían rodeados de amor. No sin antes entregarles una fotografía suya firmada, para que así se comprometieran a realmente cuidarlos bien.
Y de entre esos animalitos, dos perritos heridos que encontró en la calle y un gatito mestizo, le robaron tanto el corazón, que no fue capaz de buscarles hogar. De común acuerdo con su novia, decidieron adoptarlos a los 3 y viajaron con ellos de regreso a Los Ángeles.
Pero antes de que eso pasara, también salió a la luz el testimonio de la gerente del hotel Sheraton de Buenos Aires, donde la pareja se hospedó antes de volver a su país: ”Nos pidió una habitación exclusiva para sus 3 mascotas, al mejor estilo Pets Friendly Hotel”.
Mientras que el veterinario, por su parte, recordó:
“Mi primera experiencia con Brad Pitt fue una terrible envidia, porque cautivó la atención de todas las mujeres de la zona. Pero después de a poco empezamos con mis colegas a valorar lo que era como persona y su comportamiento con los animales”.
Pero más impresionante aún fue que al veterinario le pidieron atender a los animales con la única condición, según le dijo el secretario personal del actor, de «no difundir nada de este gesto hasta que se hubiera marchado del país». ¡Cuánta humildad y qué corazón!
Esta fue la razón por la cual nunca se supieron más detalles de lo sucedido. Solo lo vieron partir con 3 animales, pero nadie supo su origen.
Biglieri acotó que este comportamiento de Brad Pitt no es poco habitual, lo suele hacer en cada país que visita e incluso tiene un pequeño refugio en su casa, donde mantiene los animales que rescata hasta que son castrados y puede entregarlos en adopción.
Es realmente conmovedor conocer esta historia que aunque pasó hace muchos años, revela una hermosa faceta del apuesto actor de Hollywood. ¡Bravo, Brad! El mundo necesita más héroes así. ¡Comparte!