Titak es una adorable gatita que vive con su madre humana: Simin Zargaran. Durante años, Titak demostró que tenía una energía inagotable y que adoraba la compañía de los humanos y de cualquier otro animalito.
A la gatita no le gustaba para nada quedarse sola y cuando sus dueños se dieron cuenta de lo sociable que era, comprendieron que había llegado la hora de adoptar un nuevo peludito.
Fue entonces cuando Simin escuchó sobre unos gatitos bebés rescatados. La camada de mininos se había quedado sin su madre cuando tenían tan sólo 4 semanas de edad.
Pasaron muchos días sin comida y cuando finalmente la mamá regresó, se encontraba débil y herida.
Los vecinos del lugar llamaron a los rescatistas y de inmediato tomaron a los gatitos bajo su protección. Los veterinarios intentaron salvar a la mamá pero sus esfuerzos fueron en vano. Había sufrido heridas demasiado graves y perdió la vida.
Los gatitos necesitaban ser dados en adopción y Simin pensó que era el momento perfecto para darle a Titak la hermanita con la que siempre había soñado. Adoptaron a una gatita blanca con manchas negras que recibió el nombre de Bolur.
Cuando llegó a su nuevo hogar, Bolur comenzó a maullar fuertemente y Titak acudió a toda velocidad para conocerla. La gatita atigrada se moría de ganas por acercarse a la nueva minina, pero Bolur sentía mucho miedo y rechazaba a Titak.
Titak se armó de paciencia. Durante largas semanas acompañó a Bolur a todos los rincones de la casa y la dejó jugar con sus juguetes favoritos. En varias ocasiones intentó acercarse a ella y hasta darle besitos en las orejas pero la pequeña no se dejaba.
Finalmente, después de muchos intentos, la tímida Bolur comenzó a jugar con su hermana mayor. Desde entonces, se han vuelto inseparables.
“Ese momento fue simplemente fantástico. Empezaron a jugar entre ellas y Bolur incluso dejó que Titak la acicalara”, dijo Simin.
La linda gatita que nació en las calles y perdió a su madre ahora cuenta con la protección de una maravillosa hermana mayor.
Tardó un par de semanas en comprender que podía confiar en ella pero finalmente lograron forjar un vínculo muy especial.
“Estoy muy feliz y agradecida por tener a mis dos gatitas”, agradeció Simin.
Con su enorme corazón, Titak estaba destinada a convertirse en una hermana protectora y ejemplar.
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