En ocasiones las personas llegan a la edad adulta para darse cuenta de que realmente no son felices o que quizás han gastado años de su vida sumidos en una rutina que los tiene agotados.
Es en esos momentos de reflexión que muchos hombres y mujeres deciden hacer un cambio radical en su mundo y detienen todo para encontrar un nuevo rumbo.
Esto lo ha experimentado un joven de New York quien cansado de cumplir extenuantes horarios laborales para cubrir sus gastos completos, decidió emprender un nuevo camino.
La inspiración: su cachorro de raza dóberman llamado Bluf
En el 2011 Tim Pink sabía que su futuro no era prometedor, pues el dinero que ganaba apenas le servía para vivir. Además, lo único que alegraba su vida era su tierno cachorro que pronto sería tan grande que no podría dejarlo solo en casa.
Tim no quería alejarse de Bluff pero tenerlo le exigía tiempo.
El chico no quería ser un dueño negligente o tan ocupado como para no poder compartir con su perrito. En medio de esos pensamientos le surgió una idea: él se encargaría no solo de su perrito, sino de los perritos de otros.
No importaba lo complicado que el asunto pudiese resultar.
Tim dejó su trabajo y su prometedora carrera para arriesgarse con un emprendimiento propio y diez años después es el dueño de Saratoga Dog Walkers.
Esta organización ubicada en Saratoga Springs, Nueva York, se dedica a brindarle a perros y sus dueños una experiencia de bienestar.
Tanto los perritos como los humanos quedan complacidos con su trabajo.
Tim y su equipo ofrecen servicios de paseo y guardería canina, pero no siempre el asunto fue tan fácil. Al principio eran sólo él y Bluff, el dobérman fue su primer cliente y señuelo para atraer a más interesados.
¡Y vaya que ha atraído clientela!
La rápida expansión del negocio se dio gracias a la dedicación y, sobre todo, al amor que Tim le demuestra a los animales.
Para él es un verdadero placer cuidarlos y los dueños están felices de saber que dejan sus mascotas en buenas manos.
Tim es un verdadero encantador de perros.
En la actualidad, Tim puede atender desde 30 a 40 perritos en un solo día. ¡Claro que esto no lo hace solo! Ahora que su negocio ha crecido cuenta con asistentes, aunque por lo general, Tim los acompaña en todos los paseos.
No sabemos cómo lo logra pero además hace las más insólitas fotografías de sus amiguitos, sólo a un humano muy bueno le harían caso todos estos peludos.
«¡Digan whisky!»
Así es un día en la vida de Tim ¿algo que envidiarle?
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Sin duda que su elección de cambiar de vida la tomó en el momento indicado. Para él no hay manera de concebir su paz mental si no es haciendo lo que actualmente hace, ya que lo ama y disfruta al máximo.
Todos deberíamos dedicarnos a eso que realmente nos apasiona sin importar qué los prejuicios de la sociedad, comparte esta historia y que el ejemplo de Tim inspire.