Los animales nos ofrecen su belleza, y a cambio nosotros debemos concederles una vida segura. Hidratarlos, alimentarlos y cuidarlos debe ser la prioridad, y no lo contrario. Ellos nos regalan tranquilidad, y en contraprestación, les aseguramos que nunca tendrán que huir de algún peligro. Parece un buen trato, ¿no?
Existe una gran variedad de especies salvajes habitando el territorio estadounidense de Vista, en California. En esos parajes silvestres reside también una mujer muy amante de estos seres tan extraordinarios.
Su nombre es Jennifer George, quien, con tal de poder disfrutar del espectáculo que ofrecen todos ellos, construyó un lugar especial en su patio trasero y así poder verlos en acción.
Se trata de una fuente donde llegan, desde escamosas y sigilosas serpientes, pavos, buitres, coyotes y comadrejas de cola larga, hasta una familia de emplumadas codornices, tan solo para saciar su sed.
Sin importar la especie que sea, parecen todos parte de una gran familia que se refresca de lo lindo bajo el agobiante calor. Deambulan por las colinas y los matorrales todo el día, pero siempre vuelven al mismo lugar que, dicho sea de paso, comenzó como un pequeño cuenco.
En ese recipiente, Jennifer les dejaba un poco de agua. No obstante, al ver la capacidad de convocatoria de su patio trasero, la mujer se decidió a construir un sitio más grande, donde todos quienes tengan sed puedan beber.
Jennifer los otea feliz desde su ventana. Se los ve sumamente agradecidos por la fuente. Pero, para verlos aún más de cerca y registrar su presencia para la posteridad, George instaló una cámara de seguridad al aire libre en 2019.
“Comenzó con solo un recipiente de metal con agua. Pensé que sería una forma inofensiva de filmar a los animales. Eso trajo pájaros al principio, en su mayoría arrendajos de matorrales. Luego empezaron a aparecer otros, y quise mejorar el alojamiento para ellos”, explicó George.
Dice que las aves que más disfrutan del agua son los simpáticos colibríes, pero, también algunos cachorros de coyote se deleitan con la frescura que les brinda la fuente. Lo más bonito es que todos parecen llevarse bien entre sí, sin distinción, algo sobre lo que todos los humanos deberíamos reflexionar y emular.
«Siempre está seco en el sur de California, especialmente en el verano. Por eso, creo que lo aprecian tanto, ya que, para los animales debe ser una excelente opción para huir del intenso clima cálido”, dijo George.
No obstante, si bien la mayoría de los animales que beben de la fuente se ven sanos y felices, últimamente George ha notado con preocupación que algunos de sus habituales visitantes de coyotes presentan signos de desgaste.
“Hemos visto un par de coyotes con casos graves de sarna debido a una intoxicación secundaria por comer ratas que comieron veneno en trampas. Alentamos a la gente a pensar dos veces antes de usar esas trampas», dijo George.
En la actualidad, Jennifer George se encuentra asociada con la organización en defensa por derechos de los animales Wildlife Care of Southern California, con la finalidad de ayudar a cualquier coyote que esté pasando por alguna situación difícil.
¡El agua es vida y compartida es mejor! Jennifer se siente muy orgullosa de que su pequeña fuente de agua y amor haya servido para salvar vidas. Refresca con esta historia a todos tus seres queridos.