A veces, erróneamente se dice que sí, que el perro es el mejor amigo del hombre mientras no sea un pitbull. Todo ello debido a la injusta mala fama que rodea a esta raza de caninos, quienes a veces protagonizan eventos trágicos que involucran a otros perros y sobre todo niños.
Pero, ¿es realmente culpa del perro o del humano que sucedan tan terribles situaciones? Personalmente, consideramos que no hay perro malo, los malos son sus cuidadores. La historia de Deacon Ashmore, sus hermanos y otro grupo de niños es más que ilustrativa al respecto.
Resulta que, el estudiante de sexto grado en Detroit, Estados Unidos, con apenas 12 años ha sido calificado como un héroe, ya que, sin importarle las consecuencias se interpuso entre dos pitbulls quienes se abalanzaron contra él, sus tres hermanos y otros niños, para que pudiesen escapar.
En la acción, el pequeño Deacon fue alcanzado por las poderosas fauces de uno de los animales en su pantorrilla izquierda. Hundió sus dientes con tal profusión que perforó la piel hasta el hueso.
Sin embargo, el valiente protector no dudó en salir al paso cuando los pitbulls se acercaron a él y a sus hermanos, quienes para ese momento jugaban con otras criaturas sin percatarse de la presencia de los animales.
«Detuve un poco a los perros», le dijo Deacon a un medio de comunicación local.
Se trata de una declaración muy humilde, sobre todo teniendo en cuenta el peligro de que los furiosos perros llegasen a herirlo más, así como la valentía, el coraje y la decisión que mostró el pequeño en ese momento de vida o muerte.
“Deacon saltó frente a todos los demás niños y se aseguró de que pudieran correr a casa muy rápido antes de que los perros los atraparan. Pero, terminó siendo atacado», dijo su madre, Elisabeth Ashmore.
Según cuenta Elisabeth, después de la mordida observó horrorizada la tremenda lesión en la pierna de su hijo. Con mucho esfuerzo y gritando: “¡perro malo, perro malo!”, logró finalmente zafar la extremidad de la boca del canino.
Ella y su esposo, Peter Ashmore, llevaron a Deacon a un centro médico donde le fue practicada una cirugía. Una vez reparada la lesión, fue dado de alta un día después y se recupera en casa. Anda con muletas y debe someterse a tratamiento fisioterapéutico.
Nuestro héroe nació en Etiopía, pero fue adoptado por Elisabeth y su esposo cuando era un bebé. Lo cierto fue que Deacon no pensó en su propia seguridad cuando los perros lo atacaron, sino en la de los demás niños, especialmente del menor y más vulnerable de sus hermanitos llamado Kingston, de cinco años de edad.
Ahora, ambos padres deberán enfrentar la cobertura de los gastos, para lo cual se ha creado una iniciativa a través de una página GoFundMe, y recabar fondos en metálico y otro tipo de donaciones para ayudar en la recuperación del pequeño Deacon.
La pregunta que queda en el aire es donde están los dueños y los peludos, que indudablemente no tienen la culpa de andar sueltos por el mundo. Nadie habla de ello.
¿Será que el acto tan auténtico de amor y agradecimiento hacia la familia que le ha brindado tanto amor opacó todo lo demás?
Comparte esta historia con tus familiares y amigos. Estamos seguros de que muchos se solidarizarán con este intrépido y buen hermano, quien hizo algo verdaderamente heroico con tal de proteger a sus seres queridos.