Vivir en la calle no debe ser fácil, porque se carece de lo necesario que es un techo y un plato de comida, pero, además, de un abrazo y palabras de aliento a estas personas quienes, por alguna u otra razón, están inmersas en esa situación por la cual tampoco deben ser juzgadas
Las personas en situación de calle no duermen, “pasan la noche”, ignorantes de si amanecerán vivos o no. Tal es el caso de un indigente quien estaba en compañía de su perrito cuando fue asaltado y herido con un arma blanca durante la noche.
No había algo que tuviese algún valor material en sus bolsillos, pero, aun así, fue tomado por sorpresa por su agresor. En ese momento, unos guardias municipales se percataron de lo sucedido y se acercaron a la escena. El hombre yaciente en el suelo, pensándose moribundo, lo único que pidió fue que cuidaran de su mejor amigo peludo.
El hecho se suscitó en Curitiba, Brasil. Después de la brutal confrontación y posterior huida de los maleantes, el perrito, testigo presencial del asalto, se quedó acompañando a su humano hasta que llegó la ambulancia.
El hombre solamente tenía entre sus pertenencias unas galletas para su perro, pero aun así fue sorprendido en plena noche por la pareja de delincuentes mientras caminaba por la ciudad.
Los agresores pensaron que el hombre se resistía a entregar algo de valor y decidieron herirlo varias veces con un arma punzo penetrante, para luego darse a la fuga. Gracias a los ladridos del perro, fue que los policías pudieron darse cuenta del hecho y socorrerlo llevándolo a un hospital.
“Ese día patrullábamos de rutina y de pronto escuchamos los ladridos desesperados de este animal. No eran normales, así que de inmediato supimos que algo no andaba bien”, dijo uno de los oficiales.
Con la poca conciencia y las fuerzas que le quedaban, aquel ser sin hogar solo clamaba y repetía que no quería que su amigo se quedara solo. Pidió a la guardia municipal que lo cuidaran, pues no podía permanecer en el hospital por un tema sanitario.
Ya en la comandancia, el pequeño peludo fue alimentado con comida e hidratado con agua. Se le veía sumamente hambriento y, pese a que demostró estar muy bien educado, estaba intranquilo. Necesitaba ver de nuevo a su querido compañero de infortunios.
Los guardias no sabían qué hacer para calmarlo y aliviar su angustia, hasta que, como por efecto de un milagro, el hombre se apareció en el lugar un poco más repuesto, aunque débil todavía.
Al verlo, el agradecido y noble cachorro corrió ansioso a la puerta principal. Los moretones, la falta de sueño y el trauma que le dejó el ataque no superaron la alegría de estar juntos de nuevo. Y es que, sencillamente, no se hallan el uno sin el otro y lo poco que tienen, para ellos es más que suficiente.
Afortunadamente volvieron a estar juntos
“Fue muy conmovedor y gratificante ver el amor del animal y su humano. Todos estábamos muy contentos con el reencuentro”, dijo, por su parte, una oficial identificada como Monique Martins.
Según informaciones emanadas de las autoridades de Curitiba, las personas en situación de calle con mascotas tienen asegurada la atención médica primaria en el servicio de emergencias, lo cual incluye el resguardo del animal con rescatistas prestos a cuidarlos. Una iniciativa bastante humana.
Comparte esta historia con tus familiares y amigos. En cuanto al hombre atacado, este fue finalmente dado de alta para poder seguir compartiendo su vida junto a su inseparable compañero de cuatro patas.