William Montero y John Kase, son trabajadores del Departamento de Saneamiento en Nueva York. Mientras realizaban su rutina diaria en Queens, algo llamó la atención de los hombres: pequeños maullidos provenían de una bolsa negra que había sido desechada junto a otro montón de basura.
Los trabajadores al principio creían que se trataba de algún juguete, pero al notar la intensidad de los maullidos decidieron revisar encontrándose con una desconsoladora imagen, dentro había un indefenso gatito que por poco muere. William comentó:
“Mi primer pensamiento fue: ´espero que sea un juguete lo que estoy escuchando´. Desafortunadamente, no lo era”.
Cuando los trabajadores abrieron la bolsa vieron que el gatito estaba muy asustado, uno de los hombres intentó agarrarlo y podía sentir que su corazón latía muy rápido.
Algún desalmado se atrevió a desechar a este indefenso ser como si se tratara de algo inerte, un mueble viejo que debía estar arrumado junto al resto de la basura. Por suerte, los trabajadores lo rescataron justo a tiempo.
El gatito estaba asustado y bajo de peso.
William y John son amantes de los animales, por lo que esta lamentable escena los desconcertó aún más.
En medio de su asombro decidieron buscar entre toda la basura para asegurarse de que no hubiera otros gatitos abandonados, incluso buscaron en el compactador del camión, afortunadamente, ningún otro animalito había sufrido tan lamentable destino.
Intentaron que una caja fuera su refugio temporal pero no funcionó.
El gatito estaba muy nervioso por la terrible experiencia, los hombres intentaron ponerlo a salvo en una caja de cartón para transportarlo, pero salía escalando o arrastrándose. William destacó:
“Es un escalador. No pudimos tenerlo allí”.
En vista de ello, John decidió ponerlo contra su pecho para intentar calmarlo, algo que causó el mejor efecto en el peludito, pues reaccionó tiernamente ante las caricias; sin duda, los brazos de sus rescatistas eran el mejor lugar para estar seguro.
Cuando el gatito estaba más tranquilo, los hombres se contactaron con Noah´s Ark Animal Rescue, quienes inmediatamente respondieron al llamado y le brindaron toda la ayuda que el pequeño felino necesitaba.
John y William decidieron llamar al gatito Hopper.
El refugio acogió al gatito y le realizaron todos los exámenes necesarios, le diagnosticaron una infección en las vías respiratorias.
Esta adorable bola de pelos recibió todo el tratamiento que necesitaba y fue llevado a un hogar de acogida donde está recuperándose de todos sus problemas de salud.
Al momento de ser rescatado Hopper tenía aproximadamente 10 semanas de edad.
Afortunadamente, esta hermosa bola de pelos recibió ayuda justo a tiempo, gracias a los trabajadores de saneamiento, los voluntarios del centro de rescate y la familia amorosa que lo acogió ha logrado recuperarse satisfactoriamente.
El amor de sus principales rescatistas es tan grande que incluso le llevaron una cama y suministros para que pueda estar completamente cómodo hasta que encuentre un hogar permanente. William agregó:
“Solo hicimos lo que espero que haga todo ser humano”.
Nos alegra saber que Hopper tiene todo un futuro por delante y que son mucho más las personas que realizan gestos de amor por los animalitos vulnerables.
Abandonar un peludito nunca es una opción, busca ayuda si ya no puedes mantenerlo pero no le causes mayor dolor desechándolo como basura.
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