Las redes sociales están plagadas de videos e imágenes que nos producen un mar de sentimientos. Pero muchas personas suelen ser duramente señaladas porque pareciera interesarles mucho más un minuto de fama en Internet al conseguir capturar momentos impresionantes, cuando por detenerse a grabar, se pone en riesgo la vida de quienes más aman.
Sheri Gouveia es una madre que vive en O’ahu, y estaba disfrutando de un día de playa junto a su hija de 6 años, la pequeña Anela Rezentes.
Escenas de terror vivió la pequeña en la playa Kalama, en Kailua, Hawái
Resulta que su madre la grababa con su móvil mientras permanecía quieta en la arena, y su hija parecía disfrutar como nunca en el mar.
Pero el hermoso día de playa dio un giro inesperado cuando Anela en realidad no estaba saltando de alegría, sino que luchaba por su vida al sentirse horrorizada con el tiburón que apareció de la nada junto a ella.
“La estaba grabando haciendo tonterías y de repente, comenzó a chillar y a correr hacia la orilla gritando: ¡¡TIBURÓN!! Cuando llegó a mí, estaba histérica. Me quedé en plan, ¡Dios mío! Salí corriendo hasta donde estaba, intenté buscarlo entre el agua, pero no lo vi”, declaró la madre a los medios.
Ella asegura que no pudo distinguir exactamente lo que había en el agua, pero cuando su hija gritó «¡Tiburón!», solo entonces corrió inmediatamente.
Un hombre que estaba en el agua cerca, también asegura que notó al tiburón, y que quedó atónito.
Este es el momento inquietante que quedó recogido en el móvil de Sheri:
Cuando llegaron a casa, Sheri volvió a ver las imágenes en busca de pistas, y se dio cuenta de que, efectivamente, se trataba de un tiburón que había aparecido a apenas unos centímetros de su hija.
“Vi un tiburón”, contó la niña a los medios. “No me di cuenta que lo tenía detrás. Cuando lo vi me quería escapar, tuve mucho miedo”.
Incluso, la menor señaló con sus manos su tamaño, y mostró con su cara de asombro la traumática experiencia que jamás olvidará.
Aquí puedes ver el testimonio de madre e hija que impacta al mundo:
Gouveia, por su parte, asegura que su hija tiene «ángeles que la vigilan». Pero en las redes se ha convertido en blanco de las más duras críticas por haberse quedado grabando sin haber hecho nada por salvarla, en caso de que realmente su vida corriera peligro.
«Gracias a la mamá por no hacer nada y por sostener la cámara quieta», dijo una internauta.
Los expertos después revelaron que se podría tratar de un ejemplar de tiburón de punta negra, especie conocida por salir en busca de alimentos en aguas cerca de la costa.
Y a pesar del gran susto que supuso para Anela encontrarse con un animal así, confirmaron que la niña probablemente no entraba dentro de sus platillos favoritos, ya que su principal alimento son los peces de pequeño tamaño.
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