Cada vez que activistas y defensores de animales logran rescatar y proteger a un animalito en peligro de extinción, no solo por la caza furtiva sino por la deforestación de su hábitat, es un gran triunfo para todos los que apostamos por un mundo donde se respete la vida silvestre.
Afortunadamente, la preservación de especies de animales es una lucha que sigue en marcha y va creciendo a pasos agigantados, cada vez son más las organizaciones que tienen como objetivo principal preservar y acrecentar de las poblaciones en riesgo.
El primate llegó a las instalaciones de Knoxville en el 2013, procedente del zoológico de Kansas City.
Es inevitable que durante este proceso se cree un vínculo afectivo entre los animales rescatados y sus cuidadores. Por esta razón, siempre será dolorosa la pérdida de algún ejemplar en cautiverio.
Recientemente, el Zoológico de Knoxville, en Tennessee-Estados Unidos dio a conocer el fallecimiento de Wanto, un gorila de 44 años que desde que llegó al recinto conquistó a todos por su receptiva y gran carisma.
Fue parte del Plan de Supervivencia de Gorilas de la Tierras Bajas Occidentales, liderado por la Asociación de Zoológicos y Acuarios.
A través de la cuenta Facebook dieron a conocer la triste noticia, en el comunicado se lee.
“Wanto estaba siendo tratado por una aparición repentina de síntomas gastrointestinales. En la tarde se derrumbó y ya estaba muerto cuando llegó el equipo veterinario”.
Ante la penosa situación, las autoridades del zoológico decidieron realizar una necropsia para determinar la verdadera causa de la muerte, tan solo hace unas semanas se le había diagnosticado una enfermedad cardíaca. Al respecto comentaron en su red social lo siguiente:
“Los resultados de la necropsia iniciales indican que tuvo peritonitis, que es la inflamación de la membrana que alinean la pared abdominal y cubre los órganos abdominales.
Sin embargo, el gorila geriátrico había sido diagnosticado previamente con una enfermedad cardíaca, por lo que se están realizando pruebas adicionales para determinar si el paro cardíaco o el derrame cerebral fueron la causa de la muerte”.
El director de cuidado animal, conservación y educación del parque en Knoxville, Phil Colclough, destacó que Wanto fue amado no solo por todos sus cuidadores sino por los visitantes.
Sin duda, era un ejemplar que se dejaba querer con facilidad y será recordado por siempre por quienes trataron aluna vez con él. Colclought añadió:
“Tenía una personalidad juguetona, expresó su afición por sus guardianes saludándolos siempre con vocalizaciones felices cuando llegaban cada día. Fue un noble embajador que inspiró a millones de personas a preocuparse por salvar gorilas de la extinción durante su vida”.
Wanto ya no está entre nosotros pero su legado sigue en marcha. Infinitas gracias a todas las organizaciones que velan por el bienestar animal y luchan por causas justas.
Todos podemos ser parte de esta comunidad amante de los animales, insta a tus amigos y comparte esta historia en tus redes.