Es señalado por querer adoptar a la perrita que le salvó la vida y que tildan de «agresiva», pero él no está dispuesto a escuchar los comentarios negativos porque está convencido de que ella merece ser amada y protegida hasta su último aliento.
Muchas personas que no conocen a profundidad sobre las razas de perros, y mucho menos sobre el cuidado responsable de las mascotas y del amor a estos seres nobles y leales, suelen estigmatizarlos con su mala fama de «agresivos y peligrosos».
Y aunque esto mayormente sucede con los pitbulls, una heroína de guerra canina llamada Layka, ha tenido que sufrir las críticas de todos quienes la han señalado como «demasiado agresiva».
Layka es una perrita pastor belga Malinois de 4 años, a quien la palabra heroína le queda corta
Resulta que la valiente perrita arriesgó su vida para proteger la de sus compañeros y especialmente la de su dueño, el sargento del Ejército de los Estados Unidos, Julian McDonald, cuando fue desplegado a Afganistán.
En el cumplimiento de su deber detectando bombas, su regimiento fue atacado por un tirador y recibió cuatro disparos del enemigo a quemarropa.
A pesar de sus profundas heridas, todavía permaneció firme, y sometió al tirador, salvando así a todos los de su equipo.
Después de que Julian logró controlar la situación, llevó a Layka sangrante al hospital. Logró sobrevivir tras una cirugía intensiva de 7 horas, pero tristemente, su pierna afectada tuvo que ser amputada en el proceso.
Con solo 3 patitas, debía ser retirada del Ejército, pero su destino cambiaría radicalmente
Julian no pudo permanecer indiferente ante tal acto de amor, así que no dudó en hacer de todo para adoptarla.
Pero jamás imaginó que recibiría cientos de críticas y burlas de la gente. Muchos lo juzgaron diciendo que era «el peor padre», ya que según ellos, al llevar a casa a una perrita «tan agresiva», pondría en peligro la vida de sus hijos, que eran muy pequeños.
Afortunadamente, el sargento hizo caso omiso de tantas burlas y señalamientos. Y lo que sucedió después quedó recogido en un video que deja a más de uno sin palabras:
Julian asegura que los K9 no son perros aterradores, sino que solo han sido entrenados para cumplir con su deber. Ahora no puede estar más feliz de haberle dado una oportunidad a la perrita Layka, y callar a todos los que no creyeron en ella.
Él quedó realmente desconcertado cuando su hijo, con solo 1 año, se acurrucaba con su peluda, se montaba sobre su lomo, tiraba de sus orejas, e incluso metía su manita en su hocico.
Él la conocía demasiado y sabía que si estuvo dispuesta a dar su vida por él, mucho menos les haría daño a sus hijos, como así sucedió.
«Layka es una encarnación de la lealtad y el coraje, ¡y estamos muy orgullosos de ella!», dijo Julian. «Ella me salvó la vida, lo menos que podía hacer fue adoptarla».
También defendió a Layka diciendo que perros como ella «no pueden dar miedo». Diferente es que hayan hecho cosas que producen miedo, por eso merecen ser tratados como los soldados, como héroes, y por tanto, pasar el resto de sus días en el mejor de los hogares.
Una veterinaria que conoció a Layka, agregó su propio testimonio:
«Cuando se rompió la pierna delantera que le quedaba, pude pasar con ella durante su recuperación. Nos sentábamos afuera en la hierba y yo le frotaba el vientre y los costados y le acariciaba las orejas.
Aunque exigía respeto, podía ser dulce, gentil y hasta tonta, estoy muy contenta de haber podido ayudarla a pasar muchos años más con el sargento McDonald y su familia».
Nos alegra inmensamente que este ejemplar sargento no se haya rendido y haya sabido devolverle el favor a su salvadora. Si ellos ponen su cuerpo y su vida por el país, ¿acaso no merecen el mejor de los homenajes como verdaderos héroes de guerra?