Los homenajes póstumos son bastante comunes entre los seres humanos. Grandes personalidades de medios artísticos, deportivo e incluso en el seno común de sus familias son homenajeados después de su partida física.
Pero en el caso del mundo animal, son pocas las criaturas que se han hecho merecedoras a actos de este tipo.
¿Homenajear a un can, por ejemplo, puede parecer algo extraño?
En Argentina existió un peludo tan querido que ahora sus conocidos han buscado más de mil y un maneras de recordarlo, y una estatua conmemorativa pareció para ellos ser lo más adecuado.
Este grandioso perrito era Cachirulo, quien con su espíritu hizo muchos amigos en este mundo.
Cachirulo era conocido por los vecinos de Bahía Blanca, Argentina, como Cachi y en vida fue un perrito callejero que solía levantarle el ánimo a cualquiera. Lamentablemente, el can falleció en febrero de 2019, dejando a sus conocidos con el corazón destrozado.
Quienes tuvieron la dicha de topárselo en las calles lamentaron su muerte.
Los vecinos de su comunidad solían alimentarlo y cuidarlo para que nadie se metiese con él. En más de una ocasión algún alma solidaria intentó brindarle un hogar, pero el peludo escapaba de las residencias.
Parecía que no se acostumbraba a estar encerrado en una casa.
Además, Cachi no estaba sólo; este amiguito solía vagar por las calles en compañía de otro can llamado Pelopincho. De esas aventuras juntos y muchas caricias recibidas de la gente, Pelopincho y Cachirula se convirtieron en íconos locales.
No había persona que se resistiera a los encantos de Cachi.
Su afición por ingresar a escuelas y universidades le ayudó a acrecentar su fama. A cachi le gustaban mucho los mimos y sabía que los lugares en los que había muchos niños y jóvenes podía conseguir no sólo cariño, sino comida.
Por eso no era extraño verlo entre las escuelas de la zona como la nº4, la nº39, la Escuela de Artes Visuales (ESAV), así como en las instalaciones de la Universidad Nacional del Sur.
¿Sería Cachi un estudiante frustrado?
El amor de los ciudadanos por Cachi llevó a que una joven creara una página en Facebook con el nombre del perrito, en la cual los usuarios solían publicar los momentos junto a Cachi.
Fotos, vídeos y mensajitos de apoyo publicaban en el grupo de Facebook.
Tras más de dos años de su muerte, sus amigos aún lo siguen recordando. Por este motivo la organización Bahiense de Protección Animal (MAPA), decidió hacer algo en su memoria.
De ellos surgió la iniciática de hacer una estatua en honor al amado Cachi.
“Que este retrato ayude a recordar que todos somos responsables de su situación, de controlar éticamente sus reproducciones, apostar a la adopción responsable, esterilizarlos y nunca abandonarlos (…) esta obra nunca podrá generar indiferencia, será siempre un recordatorio del compromiso permanente y nunca suficiente que tenemos con estos fieles acompañantes”, dijo en un comunicado la ONG MAPA.
La escultura fue inaugurada en la Plaza Payro, donde esperemos se conserve por muchísimos años como un recordatorio del peludito que le robó el corazón a toda una comunidad. Además, la estatua busca concientizar sobre la vida de los animalitos de la calle, ninguna criatura merece acostumbrarse a vivir en el abandono.
Las buenas acciones merecen ser multiplicadas, comparte en tus redes esta noticia sobre tan hermoso homenaje a Cachi.