Después de dar a luz muchas mamitas llegan a comportarse de un modo extraño, debido a una especie de depresión postparto pues son muchos los cambios que el cuerpo sufre al traer una nueva vida al mundo. Lo que muchas personas no saben es que estos cambios se producen no sólo en las mamás humanas, sino en otras especies.
Quizás esta sea la explicación a la huida repentina de una peluda que acababa de ser mamá. Su nombre es Liddle, y en las últimas semanas le hizo vivir momentos de terror a su dueña humana.
Liddle escapó sin que nadie lo notara.
La perrita se encontraba en la clínica de animales donde trabaja su mamita, la veterinaria Kirstin Kapp, cuando escapó. Después de un breve descanso en casa, la dama regresó al centro de salud con la esperanza de ver de nuevo a Liddle pero ella ya no estaba.
Ver la jaulita vacía fue una angustiosa escena para Kirstin que no imaginaba cómo era posible que hubiese escapado. Liddle estaba recién dada a luz y al no encontrarse en su casa pudo haberse sentido desorientada.
Toda esa situación y su curiosidad conllevó a su extravío.
La veterinaria no dudó en acudir a las redes sociales para solicitar ayuda. No podía dejar que pasara mucho tiempo si quería recuperarla pero tras la publicación nadie la contactó, parecía como si a Liddle se la hubiese tragado la tierra.
“Me hace falta una parte de mí y no hay nada que pueda hacer al respecto. Te quiero mucho mi dulce niña. Por favor vuelve a casa. Realmente no sé cómo hacer frente a esto”, escribió Kirstin en Facebook.
Pese a tener una larga lista de amigos en redes, debido a su profesión, nadie sabía nada de Liddle pero Kirstin no perdía la esperanza de hallarla. Una luz en el camino apareció a los 21 días de extraviada, cuando una pareja la contactó comentándole que habían hallado a una perrita muy parecida a la suya.
Esa llamada fue casi milagrosa para Kirstin, quien oraba porque se tratase de su perrita pero hasta ese momento nada era seguro.
Primeros días de la peludita con sus cachorritos.
La pareja condujo hasta la clínica para entregar a la perrita y efectivamente se trataba de Liddle, la perluda había estado vagando por la calle cuando estas personas la rescataron.
Según comentaron, habían visto la publicación en Facebook gracias a un amigo y la carita de la perrita les quedó en la memoria.
Este abrazo puso fin a la pesadilla de la dueña.
En el momento del reencuentro Kirstin no pudo contener las lágrimas y Liddle también se mostró bastante feliz de haber vuelto con su mamita. Pero no sólo ellas debían alegrarse, la perrita tenía a unos cachorritos ansiosos por volverla a ver y esperamos una vez juntos estos episodios no se vuelvan a repetir.
Perder a una mascota puede ser algo muy doloroso pero al menos esta historia tuvo un final feliz, no te vayas sin compartirla y demostrarle a tus amigos el verdadero poder de las redes sociales.