Cuando un perro es sacado de las calles se abre una nueva esperanza, la de tener por fin un hogar en el cual ser feliz. Tristemente, esto no siempre ocurre o quizás no tan rápido como desearía, y en el caso de este peludo llamado Bruno, el tiempo se agota. El can de más de 10 años ya no es ningún cachorrito y su paciencia y esperanzas están a punto de extinguirse.
Por lamentable que suene, Bruno lleva más de 3 años a la espera de un hogar.
Desde que fue sacado de las calles, el peludo comenzó un proceso de rehabilitación en el que recuperó su salud física y emocional, pero su espera ha sido verdaderamente tormentosa.
Los cuidadores de Bruno en el refugio de la Protectora de Barcelona (España), creyeron que el asunto sería sencillo: el perrito es realmente hermoso, aunque un poco gruñón pero nada que no mejore con un poco de amor.
Nuestro peludito es un mestizo de terrier que pesa solo 7 kilitos
Bruno es la mascota ideal para cualquier familia, pero, ¿Qué pasa que nadie se interesa en él? Eso es todo un misterio que en el refugio quisieran resolver.
Frente a los numerables fracasos en los intentos de adopción, los cuidadores de Bruno decidieron intentar algo más para llamar la atención de la gente y encontrar por fin a su humano ideal.
Este can llegó al refugio en enero de 2018.
A través de un medio local los voluntarios han enviado una carta abierta a la ciudadanía, en ella es la voz de Bruno la que se expresa y suplica encontrar un hogar.
“Tengo 10 años y peso solo 7 kilos. Y parece que la vida ya se ha acabado para mí. Llevo varios años, tres para ser exactos, en el refugio y todavía estoy esperando a mi humano. ¿Quién me va a querer así como soy, o sea, un poco gruñón pero con un buen corazón?”, se lee en la carta.
En el escrito el pobre Bruno se disculpa de antemano por su mal carácter pero los humanos no se “han portado muy bien” con él en su pasado, así que sólo el amor podría cambiar esa realidad.
“Solo necesito tiempo y seguridad, necesito que me ayudes a confiar. De la protectora se encargarán de ayudarme, con un profesional, para trabajar mis problemas en casa, porque creedme, tengo muchas ganas de volverme un perrito cariñoso y haré todo lo posible para que así sea. Solo necesito que me entiendas y que no te rindas”, continúa el escrito.
La carta prosigue con un revelación bastante emotiva:
«Aunque en los refugios nos cuidan bien, estos sitios deberían ser estancias pasajeras y no hogares para toda la vida y… la vida pasa… Se está acabando… Los 10 años se convierten en 11, los 11 en 12 y así hasta que se me cierran los ojos sin poder encontrar a una familia de nuevo. Pero no como la que me abandonó emocionalmente herido, ¡no! Una buena familia como la que soñamos todos nosotros, ¡los invisibles!».
Bruno es de esos peludos que merecen la oportunidad que tanto se le ha negado, pues al ser de avanzada edad, nadie sabe cuántos añitos más pueda durar.
Cualquier persona que desee conocer a este terrier y brindarle el amor que tanto necesita puede comunicarse con la Protectora de Animales Barcelona, o a través de su correo electrónico: [email protected], para manifestarlo e iniciar con los pasos para la posible adopción.
Juntos podemos lograr que Bruno encuentre una familia, por favor comparte su historia en tus redes y hagamos su sueño realidad.