Perry es un perrito de 10 años que tras entrar a su vejez ha tenido que enfrentar algunos problemas de salud.
Desafortunadamente, sus dueños no estaban dispuestos a lidiar con un perrito viejo y enfermo, por lo que decidieron abandonarlo de la manera más triste posible. Fue atado a un trineo con una desgarradora nota frente a un refugio.
El refugio está ubicado en Cazenovia, New York.
Cuando los trabajadores de Wanderer´s Rest Humane Association llegaron a trabajar les pareció extraño ver un trineo frente a la entrada principal; al acercarse se toparon con una desgarradora realidad: un perrito había sido abandonado, estaba muy asustado y enfermo.
Al parecer lo dejaron la noche anterior, estaba acompañado de una taza de agua y una nota en la que se lee:
“Más de 10 años. Ya no puedo caminar”.
A la familia no le importó dejarlo después de haber compartido los mejores años de su juventud con él, ahora que estaba viejo y enfermo los necesitaba más que nunca pero ellos ya no estaban para él.
Sin comprender por todo lo que estaba pasando el perrito estaba notablemente triste, afortunadamente ahora estaba con las personas correctas.
Sería un largo proceso de tratamientos y recuperación pero todos en el refugio estaban dispuestos hacer lo posible por sanarlo y verlo caminar de nuevo.
Fueron ellos quienes lo llamaron Perry e insistieron en mejorar su calidad de vida. Mason Groesbeck, coordinadora de organización de rescate, dijo:
“No podía moverse. Estaba muy triste”.
La historia de Perry consternó tanto al personal del refugio, que decidieron iniciar un proceso judicial, pero antes debían localizar a su antiguo dueño, por lo que compartieron una foto del perrito en Facebook. En la publicación se lee:
“Si alguien reconoce a este perro, póngase en contacto con nosotros lo antes posible. Lo dejaron afuera de nuestro refugio en algún momento de la noche atado al trineo, eso es abandono”.
Nada justifica que un indefenso animalito sea abandonado, esto es un acto cruel e inhumano que no debe tolerarse.
Si no se puede cuidarlo o financiar algún tratamiento, pedir ayuda siempre es lo mejor, no es necesario sumarle a sus lesiones físicas un dolor emocional aún más grande. Por ello, la organización aprovechó la oportunidad para generar conciencia:
“Si alguien no puede cuidar a su mascota, podemos ayudarlo directamente, no es necesario abandonarla”.
Afortunadamente, la historia de Perry conquistó miles de corazones, personas de todas partes donaron para ayudar a costear las facturas médicas y todo lo necesario para su recuperación.
En poco tiempo, había comenzado terapias físicas, con mucha paciencia e infinito amor empezó a caminar de nuevo.
En cada terapia Perry muestra nuevos avances:
Los días siguientes Perry había avanzado satisfactoriamente, fue acogido por su fisioterapeuta, quien se ha encargado de consentirlo y darle mucho amor.
Las buenas noticias no paraban de llegar, el antiguo dueño de Perry fue identificado y acusado de abandono, aún la investigación está en curso. Deseamos se haga justicia.
Su familia de acogida lo ha convertido en el consentido de la casa.
Actualmente, Perry continua en proceso de recuperación en su hogar de acogida, en cuanto esté listo será dado en adopción. Aún tiene mucha energía y amor para dar. Ojalá pase el resto de sus años dorados disfrutando de una verdadera familia.
Esta historia nos recuerda que tener un perrito es una responsabilidad y para toda la vida. No solo por un momento de pasajero de pasión y disfrute. Adopta responsablemente y transforma una vida. ¡Comparte!