El terrible destino que viven muchos animalitos al caer en manos equivocadas hace que pasen sus días encerrados en pequeñas jaulas, abrumados por sus propias heces y orina, y, muchas veces, manchados con su propia sangre.
Capturados para el espectáculo, cría e incluso terribles experimentos, todos son víctimas de un comercio realmente despreciable que afecta física y psicológicamente a todos los animalitos encerrados.
Unos logran tener una segunda oportunidad gracias a la intervención de activistas y defensores de los animales, que hacen lo humanamente posible por lograr la liberación de todos los animalitos que viven fuera de su hábitat natural o en lugares que no están adecuados para su desarrollo y crecimiento.
Durante dos décadas este mono vivió en cautiverio.
Recientemente se dio a conocer la liberación de un mono araña que vivió 20 años encerrado en una jaula en condiciones deplorables, el incidente ocurrió en Moto Grosso-Brasil.
Ahora disfruta de una nueva vida en un lugar seguro.
El rescate se dio gracias a que un grupo de activistas comenzó una investigación después de que les informaran que había un mono moribundo encerrado en alguna de las casas de la comunidad. Al tener las evidencias necesarias levantaron cargos contra los presuntos dueños del mono.
Al llegar al lugar, los rescatistas se toparon con una de las escenas más desconsoladoras que hayan presenciado. Todo comprobaba la vida indigna que llevaba el indefenso animalito, evidentemente, el dolor y la agonía protagonizaban sus días.
El mono disfruta abrazar a su rescatista y mecerse en sus brazos.
Afortunadamente, eso ahora es cosa del pasado, tras su rescate el mono fue trasladado a un refugio amplio que cuenta con árboles y una gran extensión de zonas verdes donde puede sentirse libre.
En su nuevo hogar, el monito no puede evitar demostrar su agradecimiento y afecto a quienes le brindaron la ayuda que tanto necesitaba.
Solo basta que vea acercarse a uno de sus rescatistas para que salga a saludarlo de la manera más tierna posible, algo que podemos evidenciar a través de un video que ha sido compartido en las redes y ha logrado conquistar miles de corazones.
Completamente sereno y muy receptivo el monito se acerca a su rescatista, le da mano, caminan un poco juntos, luego le toma una de sus piernas y le pide al hombre que lo ayude a subir a su pecho, donde evidentemente no solo se siente más cómodo sino protegido.
A simple vista es como un bebé que ama descansar en los brazos de su padre. Sin duda, es lo mejor que le ha pasado en mucho tiempo.
No hace falta que los animalitos hablen, a través de su mirada y sus gestos agradecen tiernamente todo lo que sus salvadores hacen por ellos.
Ojalá todos los animales capturados algún día puedan disfrutar de esa libertad que le arrebataron. Comparte y alza la voz en contra del maltrato animal.