Esta pequeña peluda estaba aterrada, pero eso no impidió que tras ser liberada ella les agradeciera a sus héroes una nueva oportunidad de vida.
El personal que la rescató le puso el nombre de Angelina, porque fue un verdadero milagro haberla salvado. Se trataba de una mezcla de Shar Pei y Bulldog francés, de casi un año, que fue rescatada en condiciones realmente preocupantes en la planta de envases del PIRS, Tenerife, España.
Para los operarios de los residuos y basura era un día como cualquier otro, pero todo cambió cuando las alarmas automáticas se activaron para advertir que algo no estaba bien.
Afortunadamente, los operadores decidieron ir a revisar qué era lo que estaba pasando antes de asumir que no se trataba de nada importante y poner en marcha de nuevo a la máquina trituradora.
Lo cierto es que algo andaba muy mal, en la máquina se había caído la pequeña Angelina y estaba atrapada entre los dientes del triturador apagado.
“Es muy difícil que un animal se cuele en la planta de residuos. Pero más difícil es que entre al tromel, el tambor que, con su movimiento giratorio, como el de una lavadora, separa los residuos plásticos con la ayuda de cuchillas. Menos mal que nuestros operarios la vieron justo a tiempo para detener la máquina que está en fase de pruebas”, dijo Rafael Martín, responsable de PIRS.
La pequeña peluda fue rescatada y llevada a un centro veterinario, donde recibió atención médica por los especialistas. Le dieron comida y agua. También iniciaron los procesos básicos para desparasitar y sanar a los cachorros callejeros.
Angelina comenzó a crecer sana y salva. Esta peluda ha encontrado en los brazos de Anne Monteyne, la dueña del refugio, un lugar seguro.
Angelina ha vuelto a comportarse como un cachorro normal después del susto, ella estuvo unos días paralizada, con temblores permanentes, pero ahora no para de correr con sus hermanos caninos, gatos, caballos e incluso con las aves de corral.
El responsable de la clasificación de envases reveló que Angelina no llegó al PIRS en un camión de la basura tras ser arrojada a un contenedor, como se asumió inicialmente.
“No la trajo un camión, sino que entró por sus medios. Lo comprobamos a través de las cámaras de seguridad. Vendría de algún barranco cercano al complejo ambiental de Arico o de alguna finca”, dijo Rafael.
Ninguno de los trabajadores quiere pensar qué hubiera pasado si no hubiesen atendido la advertencia de la alarma.
Comparte la impresionante historia de Angelina, que afortunadamente tuvo un final feliz.