Muchos infravaloran a los perritos sin hogar. No tienen idea de lo que guarda su corazón, tantas penurias, necesidades y malos tratos hacen de ellos las criaturas más sensibles y solidarias, cuando de defender a los más vulnerables se trata.
Las personas que tienen algún tipo de condición especial, ya sea a nivel psicológico o motor deberían ser apoyadas y acompañadas en su proceso de inclusión en la sociedad. No obstante, es bastante común saber que muchas veces son blanco de ataques y señalamientos.
Por decirlo de algún modo, estas personas se convierten víctima fácil para los abusadores y en Malasia existe una historia bastante particular
Un par de perritos callejeros se unieron a un hombre con condición especial para protegerlo.
Un país en el que el exterminio es el primer método como norma para sanear las calles de animales sin hogar, no es el más amable para que ningún perrito viva.
Pero en este lugar un par de callejeritos han dejado de lado sus problemas con el fin proteger a un hombre tan vulnerable como ellos.
Las criaturas se unieron por una buena causa.
Se trata de un barrendero de calles que goza de la compañía de dos escoltas profesionales y bastante leales.
El par de mestizos lo cuidan de todo peligro y saben muy bien cómo mostrar sus dientes cada vez que alguien intenta lastimar al hombre con necesidades especiales.
Esta historia de compañerismo y lealtad fue compartida en redes sociales por un hombre llamado Jagdeep Dhillon.
Este hombre llegó una mañana a su casa y notó la escena que se desarrollaba en la calle: un hombre discapacitado limpiaba las aceras, mientras un par de peludos vigilaban alrededor.
Nadie podría acercársele demasiado al trabajador sin que levantara la sospecha de los canes y estos empuñaran sus colmillos.
Para Dhillon era evidente que el sujeto tenía seguridad privada.
Interesado por la situación, Jagdeep decidió acercarse y entrevistar al sujeto. Una mezcla de ternura y curiosidad invadió su cuerpo, así que quiso saber un poco más sobre esa lealtad que derrochaban los perros.
“Nunca muerden, jefe, ellos también fueron dotados por Dios y me cuidan porque soy discapacitado”, dijo el trabajador al vecino.
Desde entonces, nadie se atreve a acercarse al hombre, unos poderosos guardias de seguridad de colita y cuatro patas, lo custodian.
En la plática salieron a relucir los ataques a los cuales ha sido sometido este trabajador: burlas, señalamientos y hasta robos eran parte del día a día del barrendero.
Las personas se metían con él por tener una condición especial y los ladrones se aprovechaban de su estado indefenso para robarle.
“Cuando se apagan las luces de la calle por la noche, ellos son los únicos que se quedan a mi lado y no para robarme”, explicó el hombre.
Permanecerán fieles a su lado sólo para asegurarse de que no le pase nada a su gran amigo
Para el trabajador, esos peludos fueron enviados del mismo cielo para cuidarlo y por eso él mismo se encarga también de velar por ellos. El hombre humilde, dentro de sus necesidades y condición, se preocupa por que estén alimentados y abrigados. Después de todo, les debe todo a ellos.
Un asunto que realmente conmovió a Jagdeep profundamente y le dejó una gran reflexión que quiso compartir en sus redes:
“Lastimar animales, perros y gatos nunca te hará genial ni te dará una entrada inmediata al cielo. Aprende de este tipo”, sentenció.
La maldad siempre existirá pero es necesario que estas historias se sepan para que la gente pueda reflexionar, que este caso sirva para que todos vean de lo que es capaz un perro callejero y que nadie los menosprecie más.