Para una pitbull mayor, ni siquiera los 9 años que pasó esperando bajo un contenedor por reunirse con su dueño, fueron suficientes para demostrarle cuánto lo amaba.
La lógica del mundo humano no es para nada sencilla de asimilar por los perritos. Para nuestras mascotas la vida ideal debe ser tranquila al lado de una persona a quien jurarle eterna lealtad, y ese era el estilo de vivencia que llevaba esta pitbull color oscuro hasta que el sistema le hizo una mala jugada.
Hace casi una década que su padre fue deportado de los Estados Unidos pero ella jamás entendió su ausencia y se negó a renunciar al posible reencuentro.
El deseo que aguardaba el corazón de la fiel pitbull era un imposible
Esta pequeña vivía en el país norteamericano junto a sus responsables pero hace 9 años que quedó completamente sola. A partir de allí, comenzó un largo camino de tristeza y mucho trabajo.
Milagrosamente, su destino ha dado un giro inesperado
Esta perrita adulta sobrevivió gracias a las pocas migajas que conseguía en la calle y había hecho de un viejo almacén, su hogar; y de un contenedor, su techito.
Los voluntarios de Hope For Paws se percataron de su presencia en el lugar después de haber participado en el rescate de unos gatitos y, como era de imaginarse, decidieron intervenir.
La negrita estaba un poco temerosa por la ayuda.
En principio, no sabían su historia pero era notoria su avanzada edad, además, la pobre criatura estaba ciega de un ojito.
Según pudieron averiguar con vecinos de la zona, la perrita pertenecía a una familia que vivía por el lugar y había sido deportada.
Como si ese dolor no fuese suficiente, un conductor irresponsable la había atropellado tiempo después dejándola a su suerte sin responder por sus lesiones.
De ese accidente debió recuperarse sola, sin atención médica y fue allí cuando perdió su ojo derecho.
Con semejante pasado, era evidente su desconfianza y su rescate necesitó tiempo y paciencia.
Sin embargo, la peluda finalmente cedió y los animalistas pudieron sacarla del contenedor al cual se había aferrado por años.
Una vez en manos de los rescatistas, esta pequeña bautizada como Pheenie recibió la atención que desde hacía años no recibía. Un buen baño, alimento y la consulta médica fueron las primeras experiencias de la peluda después de que sus rescatistas la llevaran a otro refugio llamado Animal Rescue Los Ángeles.
Ahora duerme en una camita de verdad.
Una vez que el especialista la chequeó, sus rescatistas supieron que sus problemas iban más allá de su ojito.
Pheenie tenía sus dientes rotos y podridos, además de infección en el tracto urinario y discoespondilitis. Esta última es una patología inflamatoria en su columna vertebral y que es generalmente causada por una infección bacteriana.
Pero pese a su condición la perrita anciana demostró fortaleza y ganas de continuar su vida.
En este vídeo encontrarás más detalles de el conmovedor rescate de la perrita anciana que merecía un final feliz:
Los días siguientes a su rescate estuvo rodeada del amor de sus rescatistas e hizo amistades caninas en el refugio. Pero aunque todo parecía ir de maravilla, su pasado tan duro le pasó factura dejando devastados a todos los que se comprometieron tanto en su rescate y recuperación.
Cinco meses después, su cuerpo no aguantó más y partió de este mundo al lado de una chimenea. Sus ojitos se apagaron con la ilusión de volver a ver a esa familia humana de la cual la habían separado. Seguro que ahora desde el otro lado del arcoíris les sonríe de lejos, sabiendo que no fue su culpa y les perdona.
El caso de Pheenie es realmente lamentable pero como ella miles de canes quedan en el abandono tras la deportación de sus padres.