Al conducir son pocas las personas que se fijan en el panorama a su alrededor, por lo general estos viajan concentrados en la carretera. Pero en el caso de un hombre y su hijo, una pequeña distracción los hizo toparse con algo que conmovió sus corazones, un hallazgo comúnmente inaudito.
Esta curiosa caja robó la atención de ambos.
Mientras hacían un recorrido en motocicleta por Little Rock, en Estados Unidos, Bret Winingar y su hijo Zack se percataron de una jaula abandonada en un terreno baldío.
El asunto les llamó la atención y decidieron investigar, deseando encontrarse solamente con un objeto desechado.
Tristemente, no fue así y su peor miedo se hizo realidad.
En el interior de la caja había un peludito luchando por sobrevivir, alguien sin corazón lo había dejado de lado dentro del kennel y sin la oportunidad de zafarse.
La escena era angustiante, el perrito lloraba y se movía en ese diminuto cajón, mientras luchaba por quebrarlo con sus dientes. De hecho, el kennel tenía algunos agujeros hechos a punta de mordidas, en un intento del animal por encontrar su libertad.
Su angustia era notoria.
Al ver semejante escena, padre e hijo no dudaron en actuar.
“Algo, o alguien, nos hizo detenernos y revisar la jaula. Lo que encontramos fue horrible. Sus patas blancas estaban de color café por estar de pie sobre sus propias heces. Tenía quemaduras en sus caderas, en su columna, en su cabeza y en sus piernas”, confesó Bret Winingar indignado.
Era una cachorrita con lesiones tan profundas que padre e hijo quedaron completamente consternados por su estado.
“Inicialmente, pensamos que había sido golpeada por un auto hasta que nos dimos cuenta de que estas heridas no eran de atropello ni nada, sino de contacto con el interior de la jaula sucia”, relató Bret.
En esa condición era difícil transportarla en la motocicleta, podrían lastimarla más de lo que estaba, así que la familia decidió regresar a casa en busca de su camioneta y volver al lugar.
En el camino un incidente los hizo ponerse más nerviosos, la motocicleta se quedó sin combustible pero lograron resolver pronto.
Zach se ganó la confianza momentánea de la peluda con un bocadillo.
Al llegar de nuevo al terreno, un gran temor se apoderó del hombre. Por un momento creyó que la cachorra no había resistido la espera.
“Sentí mi corazón hundirse cuando nos acercamos y nos dimos cuenta de que no se movía. Estaba seguro de que era muy tarde. Pero después escuché un gruñido casi inaudible y pensé ‘Si tienes suficiente fuerza para gruñir, tienes suficiente fuerza para vivir’”, comentó Bret.
Una vez en el veterinario, Charlie Bravo –como decidieron bautizar a la cachorra- recibió atención para curar sus lesiones.
Ni el profesional ni la familia supo cuánto tiempo había estado encerrada en ese kennel pero había sido suficiente para ponerla en peligro mortal.
Su deshidratante y desnutrición eran evidente.
Las uñas de Charlie se habían incluso corvado del tiempo que tenían creciendo y terminaron lastimando sus almohadillas.
A todo ese dolor se sobrepuso antes de conocer a una gran familia.
Por fortuna, la chica demostró ser una gran guerrera y supo salir adelante.
Ahora lleva una vida feliz con sus hermanos caninos.
Después de semejante historia compartida, Charlie no podía alejarse de la familia, así que el padre de Zack decidió adoptarla. Bret no podía dejarla sola y ahora esta chica es una perrita motorizada que desde su rescate en el 2016 se ha aventurado a diferentes rutas con ellos.
Bravo por esas personas que se dedican a hacer el bien, no te vayas sin mostrar en tus redes este increíble rescate ¡Comparte y comenta la historia de Charlie!