Solo quien ha tenido la oportunidad de ser amigo de un peludito, sabe lo increíbles que son. Y es que es imposible no terminar entregándoles el corazón para siempre, al comprobar su lealtad, fidelidad y amor inagotable.
Esto fue lo que descubrió un joven soldado estadounidense, en el momento y lugar más inhóspito del mundo. A sus 25 años, Denver Hansen, fue desplegado por el ejército de su país hasta el desierto de Afganistán, en plena pandemia de coronavirus, en el 2020.
Contrario a lo que deseaban miles de personas, este joven solo quería poder volver a casa y mantenerse dentro de ella, alegando las terribles experiencias que se desarrollan alrededor de un conflicto bélico. Pero no tenía otra opción, cada día se enfrentaba a duras pruebas físicas, a la soledad y a largas caminatas en medio de la nada.
Su amistad surgió en el lugar menos esperado
Hasta que, casi como un milagro, un perrito sin hogar apareció en su camino y se convirtió en su fiel compañero de batallas. Diariamente, el peludito llegaba hasta donde Hansen se encontraba para sentarse a su lado y asegurarse de que llegara con bien hasta su cuartel asignado.
Estaba claro que no se trataba de cualquier animalito. Era un perrito muy inteligente que, sin entrenamiento alguno, le acompañaba junto a las unidades caninas especializadas a cumplir con sus misiones militares.
Hansen nombró al perrito Sampson
Después de pasar un largo año en medio del desierto, bajo temperaturas extremas, el soldado pudo retornar a casa. No obstante, lo que debía ser una buena noticia se volvió un momento amargo al tener que decir adiós a su fiel amigo.
Tras muchos pensamientos, el joven tomó la decisión de hacer todo lo que estuviera en sus manos para rescatar de ese infierno a Sampson y poderlo llevar consigo a los Estados Unidos, en donde ambos comenzarían una nueva vida juntos.
Afortunadamente, Hansen pudo encontrar la ayuda de una organización protectora de animales que asumió la difícil misión de rescatar a Sampson. El reto tomó 10 meses y muchas horas de vuelo, pero el joven estaba convencido de que todo merecía la pena.
«Sabía que tenía que encontrar una manera para poder traerlo a casa. Con la ayuda de algunas personas realmente increíbles, encontré un refugio que podía realizar el traslado del perro. Contra todos los pronósticos, complicaciones y en medio de una pandemia global, pusimos el plan de rescate en marcha», narró el joven.
Su amistad es para siempre
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Después de mucho esfuerzo, finalmente, este amoroso perrito y Hansen están juntos, formando un gran hogar sustentado en su amistad incondicional. ¡Enhorabuena por ambos, se merecen ser muy felices!
Historias como estas nos recuerdan lo especial que es tener un animal al lado. Compártela para hacer consciencia y que muchas más personas abran sus corazones a los perritos sin hogar de todo el mundo.