Esta historia nos demuestra a través de la experiencia de una familia que comprar una mascota no es lo recomendable, porque la felicidad de un animal no tiene precio pero para la mayoría de las personas que se dedican a criar perros se trata solo de un negocio y la prioridad no es mantenerlos saludables y felices.
Sharon comenzó a buscar una mascota familiar cuando su hijo Danny, que tiene Síndrome de Down, tenía solo 3 años de edad. Ahora Danny tiene 31, así que Sharon y su esposo aún buscan más compañía animal para su hijo.
«Danny tiene una especie de lazo misterioso con los animales»
A Sharon le recomendaron que comprara un Poodle. Así que comenzó a ver avisos en el periódico, hasta que encontró uno que le gusto. «Cuando fui a ver a los cachorros y pregunté por el precio casi me da un ataque al corazón. ¡$1,200 dólares por un perro!»
Cuando Sharon le dijo que el perro era para su hijo, la criadora le dijo que tenía uno, pero que simplemente no es un perro 100% bueno, osea que no era muy educado y tenía algunas fallas estéticas de la raza. «Por lo más que podría venderla sería por $100 dólares» dijo la criadora.
Así que Sharon compró el perro y lo nombró Rocky «Era el mejor compañero para Danny» Rocky vivió 13 años y eventualmente murió de cáncer.
Cuando Rocky tenía 10 años, Sharon vio en una tienda, unos cachorros de Yorkshire Terrier. «Cuando los vi simplemente me enamoré de ellos y sin pensarlo gasté $900 dólares» Lo malo es que el cachorro a quien después nombraron Jakes, no tenía ninguna vacuna. Así que Sharon tuvo que llevarlo al veterinario a que se las pusieran.
Un día Sharon se puso a leer en Internet de lo que pasa en criadero clandestinos de perros. Ella vio la negligencia y el maltrato que tienen hacia los perros en esos lugares. Lo peor de todo es que Sharon se sintió culpable porque previamente ella había comprado perros de criaderos clandestinos…
Después que Rocky murió, la familia de Sharon no estuvo lista para tener otro perro inmediatamente. Pero cuando la familia por fin decidió que era tiempo, en vez de comprar un perro de un criadero clandestino, Sharon mejor adoptó a un Poodle de un refugio 🙂
Sharon fue a Poodle Rescue of North Texas y adoptó a Snoop Dog. Después de la adopción, Sharon se dio cuenta que es mucho mejor adoptar a un perro que comprarlo en la calle. Sharon comenzó convertir su casa en un hogar de ayuda para los perros. Y fue cuando adoptó a Dallas, una Pastor Alemán embarazada y a una mezcla de Poodle.
«Lo mejor es adoptar a un perro rescatado, ya que cuando lo rescatas te lo dan vacunado, bañado, y perfectamente sano. No como los criaderos de perros que muchas veces te venden perros enfermos». Pero la razón principal era que le daba una oportunidad a esos perros que necesitaban el amor de un hogar y esperaban con ilusión tras los barrotes de un refugio.
Alrededor de 2.4 millones de gatos y perros perfectamente sanos, son sacrificados en los refugios porque no son adoptados. «Los perros en los refugios le tienen mucho miedo a la muerte» Dijo Sharon «Ellos siempre están muy estresados y debido a eso son muy tímidos. Pero una vez que los adoptas y se acostumbran a su nuevo hogar, se convierten en tu mejores amigos».
Si quieres tener un perro para tu familia, lo mejor es adoptar a un perro rescatado. Así ayudarás a un animalito a tener un nuevo hogar y además te aseguro que ese perro será muy fiel y amoroso contigo y con tu familia.
Comparte esta importante nota en con todos tus amigos y recuerda que adoptar siempre es la mejor opción, en los criaderos de perros ellos solamente son un objeto, una fuente de dinero y jamás los tratarán con amor, por eso tenemos que luchar para acabar con eso.