Nadie tiene derecho a infringir dolor a otro ser vivo. No importa si hablamos de una persona o no, lastimar siempre será un acto miserable pero que tristemente sigue ocurriendo y el protagonista de esta historia es reflejo de esta situación.
Se trata de una peludita que al toparse con las personas que querían salvarle la vida no paraba de temblar de horror.
¿Cuánto dolor habría tenido que soportar la perrita para reaccionar de esa manera?
Nadie sabe qué guarda en su memoria un animal que ha llevado una dura vida en las calles pero era evidente que a esta cachorra la habían lastimado sobremanera.
El nombre de esta chihuahua llamada Izzy y fue rescatada por The Ranch Rescue Team, un grupo de rescatistas independientes que operan en Phillips Ranch, California (Estados Unidos).
Pero dicho rescate no fue nada sencillo.
La pobre criatura fue encontrada mientras se arrastraba sin rumbo por una calle al sur de California. Izzy es coja y ni su discapacidad había podido sensibilizar a alguien, pero el día en que se encontró con el equipo de voluntarios el asunto fue diferente.
Los rescatistas sabían que no podían dejarla en esas condiciones.
Al intentar acercarse, los corazones de estas personas quedaron destrozados al ver que la perrita no tenía ni si quiera fuerza para defenderse. El can temblaba de pavor, temiendo que fuesen a lastimarlo, pero no tenía energía para atacarlos.
Ver sus nervios era algo desgarrador para todos pero pronto pasó a ser parte de su pasado.
El amor que le dieron en el refugio fue suficiente para que el temor se esfumara, la pequeña temblorosa se dio cuenta que sólo querían ayudarla y decidió confiar en ellos.
Una de las voluntarias se convirtió en su cuidadora personalizada, ya que Izzy tuvo una gran conexión con ella. A pocos días de haber sido rescatada, la chihuahua comenzó a caminar y dejó de lado su aparente discapacidad.
Esta mujer fue una verdadera salvadora en la vida de la peluda.
Desde su rescate, Izzy no sólo ha ido ganando confianza sino peso y el refugio está preparado para continuar con los cuidados.
Hasta la fecha la perrita se ha desenvuelto muy bien en el lugar pero, como en todos los casos, sus rescatistas están ansiosos por encontrar pronto una familia para ella.
Esta chica se merece el calor de un buen hogar.
Los futuros humanos de la peluda deben ser personas comprensivas, capaces de entender que el comienzo de Izzy en el hogar podría no ser sencillo. Sólo será cuestión de tiempo para que también ellos se ganen su confianza.
La perrita es muy amorosa y juguetona, así que sería una gran compañía para cualquier persona. Además, como es un can bastante pequeño sus exigencias en cuanto al espacio no son realmente estrictas. Siempre que exista amor y responsabilidad, cualquiera podría convertirse en su amigo humano.
El dolor de Izzy quedó atrás y su rostro debería hacernos reflexionar sobre lo duro que tratamos a los animales, comparte su historia y ayúdala a ser adoptada.