Con la llegada del invierno, los lagos, ríos y demás fuentes de agua pueden convertirse en un verdadero peligro para muchos incautos; entre ellos los más vulnerables son los animalitos. Aunque muchas especies tienen poderosos instintos que los hacen intuir el peligro, hay criaturas como Orus que no saben distinguir los problemas hasta que ya están metidos en ellos.
Orus es un Golden Retriever que hace poco fue rescatado de una muerte segura.
A mediados de febrero este hermoso animal salió a dar un paseo con su dueño pero toda la diversión del momento estuvo a punto de convertirse en tragedia.
El can cayó al agua helada del lago Madine, en Mosa (Francia), estaba a unos cincuenta metros alejado de la orilla y su dueño en shock no sabía cómo salvarlo.
Lanzarse al agua era la mejor opción pero su vida también estaría en peligro.
Orus luchaba por salirse del lago pero con cada intento el hielo se rompía más y su cuerpo agitado terminaba perdiendo fuerza.
Afortunadamente, en uno de sus intentos por ponerse de pie, Orus pudo sacar su cabecita del agua y la posó sobre un pedazo de hielo.
En esa posición se mantuvo hasta que llegó la ayuda.
Hay que agradecer cuando se trata de emergencias los bomberos siempre están dispuestos a colaborar y los chicos del Servicio de Bomberos y Rescate de Mosa son un claro ejemplo.
De no haber sido por su intervención oportuna en este accidente, Orus hubiese muerto congelado frente a los ojos impávidos de su dueño.
El pobre can no resistía más.
Dos bomberos de los cuarteles de Commercy y Saint-Mihiel entraron al agua y mientras uno se encargaba de sujetar al perro, el segundo iba rompiendo el hielo y despejando el paso para facilitar el rescate.
Una vez en tierra firme, Orus fue atendido por paramédicos y calentado.
Un oficial de Vigneulles-lès-Hattonchâtel recomendó a la familia llevar al perrito a un veterinario para hacerle un chequeo exhaustivo pero, al ver que el can se recuperó en el lugar, estos prefirieron llevarlo a casa.
La buena voluntad de estos rescatistas seguro les hace ganarse las puertas del cielo. Aunque estaban preparados con trajes especiales, que les sirve para mantenerlos seguros en el agua helada, su valentía y disposición a ayudar será algo que valdrá la pena resaltar siempre.
Gracias a ellos, Orus está sanito.
En los países en los que el invierno hace estragos, los dueños de mascotas deben estar aún más pendiente para que este tipo de accidentes no ocurra. Enhorabuena, Orus fue liberado de todo peligro pero de no haber sido por los bomberos su destino hubiese sido otro.
Cuidemos a nuestras mascotas como si fueran niños, comparte esta historia y manifiéstales tu agradecimiento a todos los bomberos y personas dedicadas a hacer el bien.