Quien es cruel con los animales, no puede querer a los humanos. Existen personas envilecidas de resentimiento, que emprenden una persecución absurda e inhumana contra una criatura más débil, tal vez para sentirse con poder o, mejor dicho, menos impotentes ante sus frustraciones.
Sin embargo, al parecer no todos sabemos que debemos evitar dañar a otros seres vivos. Tal y como lo demuestra un caso originado en la localidad de Tarija, Bolivia, donde un hermoso tucán fue hallado con el pico, que es su herramienta fundamental para alimentarse, destrozado por varias heridas.
La historia fue reseñada por varios medios locales, causando la consternación de los lectores y usuarios. Esta pequeña cría de tucán se las vio negras, en verdad. Fue tan agredida por sus victimarios, que se encontraba entre la vida y la muerte.
Una vez que los vecinos alertaron a las autoridades del Bioparque Urbano de Tarija, llevaron al tucán de urgencia a un veterinario. Los chequeos inmediatos arrojaron que el emplumado había sido golpeado con piedras lanzadas sin misericordia por manos criminales.
Toda la evidencia de las pruebas médicas constató la fractura del pico del animal, por efecto del impacto de varios objetos contundentes. Una parte vital para llevarse su comida a la pancita, pero, además, para tener movilidad y ayudarse día a día.
“Este precioso ejemplar fue tratado con mucha saña y maldad. Se trata de un acto de agresión indiscriminada, que las autoridades no deben dejar pasar por alto”, dijo el veterinario que recibió al tucán en la clínica.
Pero, para colmo de males, a la par del grave daño ocasionado a su pico, el diminuto tucancito presentó heridas bastante severas en su cabeza y su rostro. De hecho, uno de sus ojos se había apagado cuando fue recibido en urgencias. Poco después, lo perdió.
“Gracias a que los vecinos dieron parte pudimos encontrar al animal, ahora se encuentra en predios y resguardo y se le está realizando el seguimiento de salud nutricional y comportamental correspondiente”, dijeron voceros del Bioparque Urbano Tarija.
Aunque el emplumado sobrevivió y está mejor, esta historia nos demuestra que, sin importar si se trata de un animal tierno, de esos que nos abriga el alma con su color y alegría, como lo puede ser una cría de tucán, estos también corren el riesgo de toparse con gente sin corazón y sin sentimientos.
Es nuestro deber como seres humanos que somos, hacer todo lo que esté a nuestro alcance para frenar este tipo de atropellos, y sancionar a esos congéneres tan poco empáticos con los demás seres vivos. La vida de este pajarito jamás volverá a ser igual.
Comparte esta historia que, esperemos no se siga repitiendo con tus familiares, amigos y seres más cercanos. Si bien los perpetradores de esta acción intolerable aún no han sido identificados, las autoridades locales no descansarán hasta dar con su paradero.