Un perrito mestizo vagó kilómetros y pasó los días más terribles de su vida con un gran dolor, antes de que una mujer apareciera como un ángel en su vida y lo ayudara.
No podemos negar que la vida para los perritos callejeros está llena de desafíos, solos e indefensos están expuestos a múltiples peligros donde no siempre reciben la ayuda que necesitan.
El perrito estaba tirado en la calle suplicando que alguien lo ayudara.
Esta es la historia de uno de esos peluditos que se debatía entre la vida y la muerte, tenía una lesión tan gran que le resultaba imposible caminar, no podía hacer más que esperar que lo peor sucediera mientras agonizaba a un costado de la carretera.
Muchas personas pasaron indiferente ante el dolor de este mestizo, pero solo una mujer hizo la diferencia y se quedó junto a él para intentar consolarlo.
El rescate del perrito mestizo sucedió en una localidad de India.
La mujer, que ha decidido no revelar su nombre, quería llevarlo al veterinario pero su situación económica impedía brindarle al perrito toda la ayuda que necesitaba.
Sin embargo, esto no la limitó y llamó al grupo rescate Animal Aid Unlimited para que fueran por el perrito.
Su espíritu tan humano no le permitía dejarlo solito.
Mientras los rescatistas llegaban la mujer permaneció fiel al peludito, lo cubrió con una manta y le dio un poco de comida. No caben palabras para agradecer todo lo que ella hizo por el mestizo, fue un verdadero ángel para el indefenso ser que creía que todo estaba perdido.
Sus rescatista llamaron al perrito Buster.
No pasó mucho tiempo para que los voluntarios de la fundación llegaran, rápidamente notaron la delicada situación en la que se encontraba Buster.
Una breve revisión les confirmó que no podía mantenerse de pie ni sentarse por su propia cuenta. Ante esa situación hubo que trasladar al mestizo al refugio donde recibió toda la atención veterinaria que necesitaba.
Su estado de salud era delicado, pero en las manos correctas todo fue posible.
Tras revisarlo el veterinario indicó que el mestizo tenía una lesión en su columna vertebral. Afortunadamente, se percató de que aún tenía cierta movilidad y sensibilidad en sus patitas traseras. Una excelente señal para su recuperación para este can.
Esta vez Buster estaba rodeado de personas maravillosas que harían todo lo posible por sanarlo, para que fuera un perrito sano y feliz. Pero antes de eso era necesario que cumpliera con un estricto tratamiento.
El mestizo debía aumentar de peso y fortalecer sus extremidades.
Debido a su condición fue necesario que le realizaran fisioterapia, un proceso que Buster realizó de manera lenta pero satisfactoria. Sus cuidadores trabajaron arduamente para fortalecer sus músculos y articulaciones.
El valiente Buster siempre mostró ser un buen perrito, nunca se quejó y más que nadie deseaba poder sanar por completo.
El espíritu de lucha de este mestizo y sus ganas de vivir hicieron que se convirtiera en el consentido de sus cuidadores.
Afortunadamente, después de seis semanas de su rescate el can dio sus primeros pasos completamente solo. El proceso de rehabilitación era como si debiera empezar a caminar de nuevo, pero esta vez el mestizo contaba con el mejor equipo para acompañarlo.
Buster solo podía agradecer con agitados y tiernos movimientos de cola, sus cuidadores estaban contentos de verlo tan sano, tan feliz. Tal como siempre debió estar, ni él ni ningún animal merece padecer como padeció este peludito.
Buster estaba feliz de volver a ver a la mujer que sin ofrecerle nada le salvó la vida.
La felicidad para el perrito Buster aumentó cuando lo llevaron a casa de la mujer que con su pequeño gesto contribuyó a salvarle la vida, entre caricias y dulces besos pasaron un rato inolvidable.
Historias como esta nos confirman que todos podemos hacer la diferencia si realizamos pequeños gestos que salgan del corazón. Después de todo, mostrar misericordia hacia los más vulnerables es la mayor manifestación amor que podamos hacer.