Hay momentos en la vida en los que todo parece haber terminado, en los que algunas puertas se cierran o, peor aún, el cuerpo se quiebra por no resistir tanto dolor y malos tratos. Sin embargo, después de los episodios más oscuros hay quienes logran salir adelante y pueden ver su pasado como parte de un cruel episodio que ha finalizado.
Tal ha sido el caso de este hermoso peludo llamado Ritz.
Este can vive en Toronto, Canadá, y con sólo 3 añitos le ha tocado enfrentarse a una situación bastante difícil. El peludo no puede caminar, ya que en el pasado recibió un impacto de proyectil que lesionó su columna.
Sus patitas no se mueven como antes, pero nadie detiene su gran corazón.
Cuando los rescatistas de Save a Life Canada Animal Rescue Society lo hallaron, el pobre se encontraba sólo a un lado de una carretera en Texas, Estados Unidos. Alguien lo había lastimado y dejado de lado para que encontrara la muerte, pero el destino tenía marcado otro plan para él.
El caso de Ritz es uno de los más difíciles que le ha tocado atender a estos voluntarios, durante semana su vida estuvo en peligro. No obstante, el chico logró estabilizarse y fue en el refugio que conoció a quien es ahora su madre: la dulce Jo-Anne Praught.
Esta mujer se convirtió en un ángel para su vida.
Jo-Anne se enamoró de inmediato de la personalidad e historia del perro y quiso ayudarlo, aunque sabía que su recuperación requería atención y cuidados.
Para mejorar la vida de Ritz, Praught decidió realizar una campaña de recaudación de fondos con los cuales podría comprar un cochecito para su perrito. Debido a la grave lesión en su columna, el pobre quedó paralizado de sus patas traseras.
El can no volverá a caminar por su cuenta nunca más.
La campaña fue mejor de lo que esta mujer imaginó y en 24 horas la meta quedó superada.
“Se encendió como la pólvora y más de 40 personas donaron para comprar ese cochecito. Me quedé sin palabras y muy agradecida. [Ritz] Es un chico fuerte y perseverante. Es muy sociable y adorable, y le encanta conocer gente nueva, por lo que el cochecito le ayudará”, dijo Jo-Anne.
Este amiguito ya tiene su cochecito para que su cuidadora lo saque a pasear, pero además recibió una silla de ruedas con la cual puede andar por la casa y un suéter para protegerse del frío.
Nuestro amiguito apenas se está acostumbrando a la silla.
Ritz aún necesita enfrentarse a otras cirugías como la castración y una operación dental, así que el excedente del dinero recaudado será utilizado como fondo para esos otros gastos futuros. Aunque Jo-Anne es hasta la fecha su mamita temporal, el peludo ya se ha adaptado a ella y esperamos su vínculo sea algo que dure para siempre.
Después de tanto dolor Ritz merece ser feliz, comparte en tus redes su bella historia de resiliencia y envíale todo tu cariño.