A veces la percepción que tiene la sociedad de los agentes policiales es una imagen dura y fría, pero lo cierto es que debajo de esos uniformes hay seres humanos con un gran corazón en la gran mayoría de los casos.
Y así lo demostró este policía italiano tras rescatar a un pequeño cachorro que estaba atado a la barandilla de un edificio, donde había permanecido durante horas.
Se presume, incluso pudo haber estado el día completo amarrado sin poder moverse a ningún otro lado, hasta que los vecinos alertaron a las autoridades.
Cuando llegó el oficial parecía que el cachorro sabía que venían en su auxilio. El policía no dudó en acariciarlo y darle un poco de amor. La reacción del pequeño peludo fue realmente conmovedora, inmediatamente se dejó querer y abrazar. Necesitaba mucho cariño.
Esta emotiva historia tuvo lugar en la ciudad italiana de Génova, pero es una situación que se repite a lo largo y ancho del mundo. Afortunadamente existen personas que son ángeles en la Tierra y siempre están dispuestos a darles una mano a los más necesitados, como le pasó a este adorable perrito.
Usuarios de las redes han elogiado el hecho de que el agente se tomó un tiempo para darle cariño y amor al indefenso perrito.
Según información local los vecinos decidieron llamar a las autoridades para advertir la presencia de un perrito presuntamente estaba abandonado. El cachorro había pasado horas en el mismo lugar y nadie tenía información de su dueño, que jamás apareció.
El noble perrito fue encontrado atado a una barandilla frente a lo que parecía el departamento de su dueño. Tenía su collar enganchado a la cadena y este a los barrotes, sin posibilidad para moverse.
Los vecinos vieron al cachorro, pero en la zona es frecuente que se dejan a los cachorros amarrados durante muy corto tiempo y no le dieron importancia, pero después notaron que pasaban las horas y nadie llegaba. Era evidente que algo no estaba bien y llamaron a las autoridades.
Lo primero que hizo el oficial fue abrazar al cachorro y darle calor humano, no paraba de decirle que todo iba a estar bien.
Después de liberar al cachorro verificaron si su dueño seguía en el lugar, o si se trataba de un abandono, lamentablemente todo apuntaba que era así.
Al lugar llegó personal de la Cruz Amarilla, especialistas en rescate y transporte animal, y descubrieron que Bob, como nombraron al perro, no tenía microchips ni identificación alguna.
De su dueño no quedó rastro, aunque las autoridades están investigando el caso, por tratarse de maltrato animal.
Bob fue enviado a la perrera municipal de Monte Contessa, en Génova, para buscarle una nueva familia que le brinde un hogar con mucho amor.
Ya hay varias leyes que prohíben que las mascotas sean amarradas, esta es una práctica que a veces se usa en señal de castigo, otras porque simplemente no quieren a los animales.
También algunos dueños lo hacen para evitar que salgan corriendo o impedir que alguien se los lleve.
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