Moslem Baharam es un joven que siempre ha sido un gran amante de la naturaleza pero nunca imaginó que terminaría convirtiéndose en el padre temporal de unos lindos pajaritos recién nacidos.
Todo comenzó cuando su mamá se dispuso a hacer limpieza en su casa y decidió sacar un par de botas Timberland al jardín para hacer un poco más de espacio. Con el ajetreo de la limpieza, las botas quedaron olvidadas y un par de días después Moslem descubrió algo que lo dejó atónito.
Una linda pajarita mirlo apareció en el jardín y comenzó a volar de un lado a otro. Exploraba los árboles con gran detenimiento y luego se detenía en las botas de Moslem.
El joven se acercó para averiguar qué estaba sucediendo y fue entonces cuando descubrió que la pajarita estaba haciendo un nido. Quedó tan enternecido que decidió dejar allí sus botas.
“Los mirlos siempre vienen a nuestro jardín pero nunca habían llegado a hacer un nido. Nuestros árboles son muy pequeños y realmente no les ofrecían protección”, dijo Moslem.
Al día siguiente, Moslem volvió a darle un vistazo a las botas y descubrió que el nido estaba lleno de pequeños huevos. La mamá mirlo se mantenía cerca en todo momento para vigilar a sus pequeños.
Un par de días después, Moslem descubrió que los pajaritos habían salido del cáscaron y parecían sanos y salvos. Era verdaderamente asombroso ver que varios pajaritos habían nacido en un lugar tan peculiar como sus propias botas.
Todo parecía marchar de maravilla pero una tormenta impactó el área y Moslem acudió a toda velocidad para verificar que familia de pajaritos siguiese a salvo. Lamentablemente, el nido había quedado completamente destruido y los bebés estaban ocultos en medio de las flores intentando protegerse.
Moslem no lo pensó dos veces: Los tomó con mucho cuidado y los llevó a su casa.
“Todavía no podían volar y no podía dejarlos al aire libre. Al jardín podían llegar zorros, gatos y otros animales que acabarían fácilmente con ellos”, dijo Moslem.
La mamá mirlo no aparecía así que el joven asumió su papel como padre temporal y los alimentó con una jeringa. Hacia finales del verano, la madre de los pequeños regresó y Mirlo los dejó en libertad para que se reencontraran con ella.
“Cada cierto tiempo regresan al jardín. Dejé las botas en el mismo en caso de quieran volver a utilizarlas para hacer su próximo nido”, dijo Moslem.
Las botas de Moslem y su enorme corazón ayudaron a estos lindos pajaritos a sobrevivir. Lo mejor de todo es que los mirlos quedaron tan agradecidos que siempre regresar a visitar a Moslem.
Nada más reconfortante que ayudar a un pequeño animalito en apuros. ¡Comparte!