Muchas veces los animalitos rescatados necesitan tiempo y atención especial antes de entrar en contacto con su nueva familia, debido a las difíciles circunstancias que viven en las calles algunos no sienten confianza con las personas y prefieren estar aislados.
Pero eso solo hace que sus posibilidades de encontrar un nuevo hogar sean difíciles, es acá donde los rescatistas entran en acción para transformar la actitud de los peluditos.
La gatita fue traslada a Jelly´s Place, ubicado en San Pablo-California.
Betty era de una de esas gatitas que desde el momento en que fue rescata siempre estaba muy enojada y demasiado asustada, no dejaba que nadie se le acercara.
Kendal Benken, voluntaria del refugio donde la gatita fue acogida comentó al respecto:
“Ni siquiera estábamos seguros de si era macho o hembra. Tenía solo 5 semanas en ese momento y lo más probable es que nunca hubiera tenido contacto humano.”
Cada vez que alguien intentaba acercarse, Betty retraía todo su cuerpo y se iba hacía el rincón de su jaula. Era necesario entrenarla adecuadamente para que pudiera aumentar sus posibilidades de encontrar una familia.
En vista de esta situación, Kendal decidió encargarse personalmente de ella, se la llevó a su casa donde tenía todas las herramientas necesarias para ayudarla.
Este gatito pertenecía a una colonia de gatos salvajes.
Kendal es especialista en domesticar animales salvajes, en su casa tiene a los mejores ayudantes, un par de adorables perritos y varios gatitos rescatados. Juntos son un increíble equipo que han transformado la actitud gruñona de muchos animalitos.
Sin embargo, la actitud de Betty fue todo un reto, fue cuestión de tiempo para que la gatita se sintiera en casa y comprendiera que estaba en un lugar seguro.
“Ella no estaba feliz. Pero, honestamente, estaba realmente asustada. Con los gatitos salvajes, lo mejor que puedes hacer por ellos es ponerlos en el centro de todo y no dejar que se escondan.” Dijo Kendal.
Los animalitos rescatados que Kendal tenía en su casa, se acercaban a Betty para darle la bienvenida.
Todos quedaron fascinados, especialmente Truvy, una perrita que desde el primer momento mostró interés por acompañar a Betty.
Truvy es un perrita raza labrador.
Los perritos se acurraban alrededor de la jaula de Betty con la esperanza de que se hicieran amigos.
Increíblemente, Betty comenzó a salir de su duro caparazón y después de varios días finalmente aceptó a Truvy como su mejor amiga. Al respecto Kendal comentó:
“¡Truvy ama a los gatitos! Ella debe haber sido una mamá gata en una vida anterior. Siempre lamía su cabeza cuando la abrazaba.”
Desde entonces, Betty empezó a compartir con el resto de los integrantes de la familia de Kendal, especialmente con Truvy con quien había creado un hermoso vínculo.
Después de todo, la hermosa gatita se había convertido en un ser amoroso y receptivo.
El momento de irse a un hogar definitivo había llegado, aunque esta amante de los animales tenía el corazón arrugadito por despedirse de Betty, sabía que lo mejor para la gatita estaba por venir.
Kendal se aseguró de encontrarle un buen hogar.
Roz Westil es la nueva madre adoptiva de Betty, desde el momento en que la vio supo que era la gatita indicada. Si bien fue necesario un par de días para que se adaptara a su nuevo hogar, finalmente entró en confianza con su nueva familia.
Ahora comparte hogar junto a otra gata rescatada llamada Amber, juntas son las consentidas de la casa y las responsables de llenar de felicidad e infinito amor los días de su nueva persona favorita.
Todos los animalitos merecen conocer el verdadero amor. Anímate adoptar y cambia una vida, jamás te arrepentirás de todas las bendiciones que trae darle a un animal abandonado una vida nueva.