“Supervivencia del más apto”, es ley de la Madre Naturaleza. Recordemos que los gatos ven la realidad distinta a la nuestra, y su instinto va por encima de todo. Eliminar al más débil para que el fuerte pueda desarrollarse plenamente, sucede en cada especie del Reino Animal, incluyendo los felinos.
Sin embargo, cuando esto ocurre, el destino de los cachorros es la calle. Esta es la historia de una gatita rechazada por su madre, quien fue encontrada vagando en una acera durante la temporada de otoño pasada, cuando las hojas caídas de los árboles cubrían la ciudad de Castle Donington, en Inglaterra.
Una mujer identificada como Laura dio con la publicación subida a las redes sociales por una de sus amigas. De inmediato, se identificó con la historia de la minina y se dio cuenta de que, en verdad necesitaba ayuda.
En su eterno deambular, la gatita había llegado hasta una granja vecina. La pequeña fue encontrada por el propietario en la basura, quien desafortunadamente no pudo adoptarla.
“Ella era enana. Salió de una basura de granja y aparentemente fue rechazada por su madre. Tenía tan solo cinco semanas de nacida, cubierta de pulgas y con varias ulceraciones en los ojos”, dijo Laura.
Debido a su estado, Laura extendió su mano generosa para conseguir la atención médica urgente que necesitaba el animalito, quien corría el riesgo de quedar ciega para siempre. Se comunicó con un grupo de veterinarios quienes la atendieron y colaboraron en sus cuidados.
“Hice una cita con los veterinarios, la recogí y la llevé directamente allí. Era mucho más pequeña de lo que esperaba y maulló todo el camino hasta la veterinaria”, añadió Laura.
La felina se estaba quedando en los puros huesos, visibles a través de su delgada piel. Más diminuta y vulnerable que cualquier otra cachorrita. Además, tenía una infección de las vías respiratorias superiores.
Por fortuna, logró prosperar y salir de todos sus males satisfactoriamente. Siguió a Laura a su casa y su nueva familia se hizo por fin realidad. Fue bautizada como Riley, quien hoy es feliz haciendo felices a todos en su nuevo hogar permanente.
Se convirtió en una bola de pelos muy cariñosa. Riley insiste en perpetuarse en el cálido regazo de su nueva mamá humana y acurrucarse allí. Desde ese primer gran día del resto de su vida, la gatita recuperó el sueño perdido y descansó. Se levantó alrededor de la medianoche, cuando su pancita comenzó a rugir por comida.
“Se convirtió en una superestrella desde el momento en que llegó a casa; comiendo, bebiendo, jugando y usando la bandeja de arena de inmediato. Las primeras noches dormí poco porque Riley necesitaba alimentación regular. Mi esposo y yo queríamos que empezara a verse y sentirse mejor”, dijeron Laura y su esposo, Lewis.
Recibió tratamientos antipulgas, contra la gripe y buena comida. Como un milagro, sus ojitos comenzaron a sanar, aumentó de peso y su energía y ganas de vivir florecieron como las rosas. Gracias al amor, el respeto y los cuidados de nueva familia, en tan solo seis días, la dulce Riley dobló su tamaño y de ahí en adelante a ser feliz.
Los animales de compañía no pueden ser ignorados solo porque se está cansado u ocupado. Necesitan de cuidado y compañía todos los días. Son fieles compañeros, es por eso que tener una mascota hará que nunca te sientas solo.
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