Es cierto que una imagen dice más que mil palabras, y así lo demuestra la foto de un hombre que abrazó entre lágrimas a su amado perro justo después de ver cómo todo lo que tenía fue devorado por las llamas de un incendio.
Para él, aunque lo había perdido todo, era un milagro haber salvado lo más importante: su mascota. Sin esperarlo, protagonizó una escena que le da la vuelta al mundo.
Mario Alberto Méndez González, de 56 años, es sordomudo, vive en la avenida Río Ixtapa de la Colonia Nacionalista en México. El pasado jueves, aproximadamente a las 02:00 am se produjo un incendio en su casa.
Sus vecinos se dieron cuenta de las llamas que se originaron en el salón y que se propagaron hasta el vehículo de Mario que estaba estacionado en el garaje.
En cuanto vieron el fuego le gritaron en reiteradas oportunidades hasta que despertó muy agitado, vio cómo la vivienda se llenaba completamente de humo mientras intentaba salir.
Muy angustiado se cubrió el rostro y salió de la casa, pero, aunque todas sus pertenencias estuvieran a punto de desaparecer lo único que le importaba era su perro.
Los bienes materiales no tenían valor para Mario, solamente le preocupaba preservar la vida de la mascota que lo acompañaba desde hace cuatro años. A pesar de que quiso entrar a la casa para sacar al perro los vecinos lo detuvieron impidiéndoselo.
Mario vive solo, sus vecinos conocen su condición y se preocupan por él, afortunadamente se percataron de las llamas, le avisaron y llamaron a los bomberos.
Cuando Mario salió de la vivienda intentaba apagar el fuego con una manguera y pedía ayuda desesperado para salvar a su perro.
Todos estaban conmovidos y temían que pasara lo peor, que el animal no lograra sobrevivir a la tragedia.
Pero finalmente, uno de los bomberos salió de la casa con el perro en sus brazos, Mario reaccionó de inmediato y saltó a abrazar a su fiel amigo.
El fotógrafo Jonathan Bobadilla fue quien captó la imagen que no tardó en hacerse viral en las redes.
Mario les decía a los bomberos que lo único que le importaba era que sacaran con vida a su cachorro.
A pesar de su discapacidad, Mario es independiente, se dedica a vender repuestos de autos en Virreyes, Mexicali, México. Trabajó durante años en una imprenta, lo que le permitió ahorrar y lograr construir su patrimonio.
La solidaridad de sus vecinos se hizo presente, en solo horas habían organizado rifas y campañas de recaudación de fondos para ayudarlo. Otras personas le llevaron alimentos y ropa.
La hija de Mario, Keila Méndez, agradeció todas las muestras de apoyo que han surgido en las redes para su padre y su mascota. Creó una campaña en GoFundMe para recolectar dinero que usarán para reconstruir la casa de su padre, hasta el momento han recaudado 6.597 dólares.
Mario es una persona resiliente, a pesar de la tragedia que sufrió no pierde ni la esperanza, ni la sonrisa.
Miles de personas le ofrecen a Mario su cariño y su colaboración en esta situación tan difícil en la que tanto él como sus seres queridos celebran que él y su amada mascota lograron sobrevivir.
Difícilmente los bomberos y los vecinos podrán sacar de su recuerdo la escena del reencuentro de Mario con su perro. Es un final feliz que nos demuestra que el amor no tiene límites y que los milagros sí existen. Compártelo.