Cuando se tiene un perrito en casa siempre se hará posible para darle toda la atención que necesita y llenar sus días de pura felicidad. Ellos son el ejemplo más tierno de amor y puro y fidelidad, si bien la idea es perderlos es algo que ningún de mascota quiere asimilar, la verdad es que el tiempo también pasa para ellos y su estado de salud se va deteriorando.
Esto hace que muchos dueños de mascotas replanteen la rutina que tenían con tal de brindarle mayor comodidad al ser que les ha dado tanto. Nuestra historia es una de esas que te agitan al corazón de alegría al saber la disposición y amor que tienen verdaderos amantes de los animales.
El perrito fue adoptado cuando tenía cinco años de edad.
Spike llegó a la vida de su familia hace poco más de nueve años, desde el primer día dejó claro que era un peludito con mucha energía que disfrutaba jugar e ir tras las pelotas de tenis.
Al final del día, después de una larga y movida jornada, subía las escaleras para dormir acurrucado entre sus padres humanos.
Es un springer spaniel.
Cada noche, el perrito se iba al dormitorio como si se tratara de un ritual, no había otro lugar en la casa en el que se sintiera más cómodo para dormir.
Catherine Morris, la hermana de Spike, comentó al respecto:
“La primera noche que lo tuvimos, cerramos la puerta de la escalera y nos fuimos a la cama. ¡Él lloriqueó por un par de minutos antes de saltar por encima de la puerta en la oscuridad y trotar hacia la habitación de mis padres hasta llegar directamente a la cama! Y ahí es donde durmió desde entonces”.
Spike ahora es un perrito mayor de 14 años, su pasos son muchos más lentos y ya no tiene la misma agilidad de hace años.
Recientemente, sufrió dos derrames cerebrales y sus padres pensaron que lo perderían, pero Spike aún no está listo para abandonarlos y pese a su diagnóstico sigue luchando.
Solo poco después de sufrir el segundo derrame cerebral, el perrito no lograba mantenerse de pie, sus padres lo animaron hasta que volvió caminar de nuevo.
A pesar de tener un gran espíritu de lucha, Spike ya no podía subir las escaleras de forma segura, por lo que la familia decidió bloquear la entrada hacia su lugar favorito para evitar accidentes.
Acurrucarse y ser amado es lo que más disfruta hacer.
Sin embargo, sabían que el perrito buscaría la manera de llegar hasta el dormitorio de los padres, quienes con el deseo de hacerlo feliz se les ocurrió una gran idea.
No querían que Spike se sintiera solo, por lo que cada noche se alternaban para dormir con su mascota en el sofá, de esta manera, no intentaría subir las escaleras.
“Este nuevo horario comenzó mientras yo estaba en la universidad, así que mis padres pasaban noches alternas abajo con Spike. Desde que me mudé a casa, me uní a la rotación, así que, en general, podemos dormir un poco más entre los tres”, dice Catherine.
Si bien, todos sienten gran amor hacia el perrito, el padre de la familia es quien tiene un vínculo mucho más fuerte, él constantemente se asegura que su amada bola de pelos este bien y cómoda. Catherine añadió:
“Son absolutamente inseparables. Mi papá lo llama ‘frijol viejo’ y siempre están charlando. Mi papá también lleva a Spike su agua y comida al sofá y lo alimenta con la mano para asegurarse de que obtenga sus medicamentos y mantenga sus fuerzas”.
No cabe duda que el perrito es un miembro más de la familia, en estos momentos tan delicados nos alegra saber que recibe mucho más amor del que ha recibido a lo largo de su vida.
“Amamos mucho a nuestro chico y estamos muy contentos de tenerlo en nuestras vidas. Con suerte, hemos compensado su no tan buen comienzo en la vida brindándole todo el amor del mundo”.
Cuando se ama de verdad no existen sacrificios, solo modos de demostrar amor de manera especial, esta familia sin duda, buscó una tierna manera de hacerlo.
Todos los perritos merecen pasar sus días dorados rodeaditos de amor y con seres que los amen incondicionalmente. Comparte esta historia y llenemos cada rincón del mundo de buenas noticias.