Cada día salen los caballos a “trabajar” tirando de un carro con una carga que, hora tras hora se vuelve más pesada. Sin comida, sin importar si llueve o nieva, durante más de 12 horas continuas, con heridas causadas por la armadura pegada a su noble cuerpo, dirigidos por humanos sin corazón, que no sienten empatía por ellos, mucho menos consideración.
En días recientes ocurrió un caso francamente lamentable. El hecho sucedió en el famoso Central Park de la cosmopolita ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Allí se continúa con la práctica retrógrada de utilizar los carruajes tirados por caballos para transportar a los turistas.
Se pudo observar cómo un equino colapsó y cayó al suelo helado, exhausto por el trabajo forzoso de cargar un número considerable de pasajeros a cuestas.
La imagen dio la vuelta al mundo indignando a todos los amantes de los animales
Todo sucedió ante la mirada impasible de los transeúntes. Lo más grave e indigno de la situación fue que, de hecho, cuando el animal logró ponerse de pie, fue obligado nuevamente a continuar llevando su pesada carga.
Por su parte, desde la misma ciudad de Nueva York, un grupo de activistas a favor de los derechos animales alzaron su voz para exigir a las autoridades que cesen estas prácticas tan perjudiciales y que representan una vil agresión contra los caballos.
Pareciera increíble, pero, en plena tercera década del siglo XXI son más los equinos que se ven sufriendo los estragos de este tipo de trabajo forzoso. Nos resulta urgente tomar medidas al respecto.
Según informó la organización defensora de los derechos animales NY Class, luego del incidente tampoco hubo ningún control veterinario para constatar el estado de salud del animal. Mucho menos tuvo la oportunidad de descansar para recuperar fuerzas. Realmente, hay que decirlo, se trata de acciones que nos avergüenzan y desdicen como especie
Otra escena similar sucedida en Central Park fue denunciada por NYCLASS el año pasado
“Pedimos al alcalde Bill de Blasio y al presidente Corey Johnson que emitan una suspensión inmediata de los paseos en carruajes de caballos en estas condiciones peligrosas”, dijo Edita Birnkrant, directora ejecutiva de esta organización.
Asimismo, según dijeron, el pasado 16 de diciembre, un conductor de carruaje también fue sorprendido trabajando con su caballo durante una tormenta de nieve, contraviniendo las normas en vigor de la suspensión de las actividades en la ciudad.
Y, apenas cuatro días después, ocurrió en pleno Central Park. Nadie, excepto Birnkrant se preocupó por el animal. La activista exigió que fuera llevado a revisión médica con urgencia para descartar cualquier asunto grave en su salud. Por otro lado, fustigó sin mayores miramientos la gestión del alcalde Di Blasio.
“¿Cuántos colapsos y muertes de caballos más? ¿Cuánta más crueldad se necesita? ¿Cuántos peligros para el público pueden soportar aún el alcalde Bill de Blasio y el Ayuntamiento antes de que, finalmente acaben con este abuso de caballos de una vez por todas?”, dijo.
💔This brutal video shows carriage drivers purposely blowing smoke into downed carriage horse Aisha’s face and her flipping over in terror. There is 17 minutes more of footage like this. Aisha was brutalized. Now she’s dead. Animal cruelty charges need to be filed. @NYPDPaws pic.twitter.com/JZhsWuQ4ML
— NYCLASS (@nyclass) March 2, 2020
Mientras tanto, Dan Matthew, vicepresidente senior de Personas por el Trato Ético de los Animales (Peta), dijo que la conductora que obligó al caballo caído a seguir trabajando en el hielo, identificada como Christina Hansen, fue sorprendida anteriormente trabajando con un caballo en el calor abrasador, en contra de las regulaciones de la ciudad.
Pobres caballos, una especie tan noble, que a lo largo de nuestra historia tanto ha ayudado al progreso de la Humanidad, en manos crueles y ausentes de toda compasión. Esto se debe terminar de una buena vez.
Comparte esta historia con tus seres queridos. Estos activistas alzan su voz para que se tomen las medidas que haya que tomar para evitar este tipo de situaciones. Apoyemos la causa.