“Mientras más conozco a los humanos, más adoro a los perros” fueron las palabras del expresidente de Uruguay durante el período 2010-2015 José Mujica, y con las cuales seguramente podría identificarse más de una persona.
Esta declaración fue hecha en una entrevista reciente, en la que el mismo Pepe dio a conocer en televisión internacional cuál es su último deseo.
José Mujica nació el 20 de mayo de 1935.
El expresidente conocido por sus pensamientos humanistas quiere que al partir de este mundo, sus restos descansen al lado de los de Manuela.
Al leer esto, más de uno se preguntará quién es Manuela, pues su esposa se llama Lucía Topolansky, pero la respuesta es bastante sencilla y tierna: Manuela es la perrita coja de Mujica que falleció hace más de dos años.
En junio del 2018 la mascota se despidió de este mundo dejando un vacío en la familia.
La perrita presidencial vivió más de 22 años y en su larga vida supo cómo ganarse el cariño de Pepe. La peluda estaba siempre a su lado e incluso estuvo rodeada de las cámaras y toda la fama que envuelve a cualquier mandatario nacional.
“Vivió 22 años, lo que es un récord para un perro. Está enterrada abajo de una secoya”, dijo Mujica.
Manuela solía acompañar a su padre humano a algunas ruedas de prensa televisadas. Pepe no tenía el mínimo remordimiento de exponer a la peluda, aunque ver a un presidente hablando de economía con una perrita en su regazo no sea para nada algo común.
Manuela vivió con Pepe y Lucía en su finca rural.
A Manuela le faltaba una de sus patas delanteras, la cual perdió en un accidente en la finca de la familia. La pobre fue arrollada por el tractor que conducía su papá, lo cual fue un gran dolor para ella y para Mujica que la amaba tanto.
“Un día le estaba acompañando el tractor y como todo pichicho chico se peleó con unos perros de al lado y estos la atemorizaron y ella reculó y fue a parar abajo de la disquera y por más que Pepe frenó, se la llevó por delante”, contó Lucía Topolansky.
Aunque han pasado dos años desde la pérdida, Mujica no se olvida de esa compañera que le dio tanta felicidad. Por ese motivo, confesó donde espera reposar cuando su paso por este mundo llegue a su fin.
“El día que yo me muera he pedido que me incineren y que las cenizas las pongan ahí, abajo de ese árbol, junto a Manuela […] Cuanto más conozco a los humanos, más adoro a los perros”, confesó el exmandatario.
Pepe Mujica es conocido por su genuina forma de hacer política, después de ser elegido presidente siguió viviendo en su casa humilde y rechazó los lujos que le brindaba el cargo de primer mandatario nacional.
Las palabras de esta entrevista sólo reflejan su gran personalidad.
Su política de la honradez le hizo acreedor de muchos enemigos, pero aún después de retirarse del cargo, sigue siendo un ejemplo entre los líderes latinoamericanos y del mundo. El respeto por el pueblo y su ética lo hicieron una leyenda, pero a esto hay que aunarle su compromiso con las causas animalistas.
Esperamos que su familia cumpla su último deseo y en algún momento pueda reencontrarse con Manuela, comparte esta noticia y coméntanos si tú también estarías dispuesto a descansar con tu mascota.