Cuando no se tiene un control de natalidad de los animalitos callejeros, sobre todo de peluditas que pueden quedar embarazadas con facilidad, quienes más sufren son las crías que deben aprender a sobrevivir con los pocos cuidados que les puede ofrecer la madre.
Sin embargo, hay quienes realizan una especie de vigilancia para poner en control a las madres y ofrecerles una mejor calidad de vida a las crías.
Estos gatitos tenían mucho frío y hambre.
Esto fue lo que hizo una pareja después de encontrar una pequeña camada de gatitos en el porche de la casa.
Meggie, trabaja como voluntaria para One Cat at a Time, un grupo de rescate de gatitos en Quebec, Canadá, junto a su pareja descubrió a tres pequeños gatitos en medio del porche.
Meggie limpió y acobijó a las crías.
La pareja tenía una caja de invierno especialmente para gatitos callejeros, ahí los encontraron acurrucados y con la esperanza de que su madre volviera.
Al respecto Meggie comentó:
“Dejé a los gatitos allí porque sabía que era mejor dejarlos con la mamá, pero luego, la mamá movió a dos gatitos y dejó a uno solo.”
Meggie esperó que la madre gata regresara por su cría pero esto no sucedió, el gatito tenía mucha hambre y necesitaba ser rescatado, así que decidieron llevarlo a casa.
Sin embargo, mientras Meggie atendía a la pequeña cría, su novio encontró a los otros dos gatitos en medio del jardín.
Eran alimentados con biberón cada dos horas.
La pareja de gatitos se reunió con su hermano y todos recibieron la atención que necesitaban. Esa noche, los gatitos descansaron en una cómoda cama después de ser alimentados.
No pasó mucho tiempo para que la camada de tres gatitos se convirtiera en traviesos y juguetones gatitos.
Los tres gatitos fueron llamados Trunks, Runty, Saria.
La pareja siguió vigilando con la esperanza de encontrar a la mamá gata, pero su sorpresa fue mayor cuando dos meses después descubrieron a una nueva camada abandonada en el patio trasero de la casa.
La madre había regresado, pero solo para dejar a nueva camada de cuatro. Meggie destacó:
“Sabía que seguiría teniendo más bebés, así que le pusimos una trampa y la metimos por fin. Era muy salvaje y le tenía miedo a la gente.”
No fue fácil lograr que la mamá gata se concentrara en atender a sus crías, pero finalmente logró hacerlo y dedicó toda su atención para cuidar a sus gatitos.
“Tan pronto como la llevaron adentro, inmediatamente fue a cuidar a sus gatitos. No era buena con la gente, pero era una gran madre.”
El tiempo había pasado y la primera camada ya estaba grande, la pareja no pudo separarse de dos de los gatitos Trunks y Runty, conquistaron su corazón y habían creado un hermoso vínculo con los perritos de la casa.
Así que decidieron adoptarlos y amarlos para siempre. La pequeña Saria fue adoptada por una hermosa familia que hasta la fecha mantiene el contacto con la pareja.
Los gatitos crecieron sanos y muy fuertes.
Los otros cuatro gatitos siguieron creciendo sin ninguna preocupación, crecieron felices, sanos y fuertes, poco a poco perfeccionaron sus habilidades sociales y cuando estuvieron listos fueron adoptados por familias amorosas.
Todos disfrutan de acogedores hogares donde son muy consentidos y tratados como un miembro más de la familia.
Después de mucho esfuerzo encontraron la familia que tanto deseaban.
La mamá gata fue esterilizada y cuenta con cuidadores que se aseguran que este bien todos los días. Si deseas seguir de cerca de cerca la relación de esta hermosa familia peluda ingresa a sus redes.
El trabajo de rescate de esta pareja continua cada día, infinitas gracias por ofrecer oportunidades y ser esos ángeles que tantos peluditos necesitan.
Acciones como estas merecen ser difundidas. Comparte esta historia en tus redes y abre tu corazón para transformar una vida.