Cuando hay niños en el hogar lo más normal es que haya ruidos propios de ocurrentes y divertidos momentos, y más cuando hay mascotas en la familia.
Pero cuando un extraño silencio se apodera de la casa lo más seguro es que algo está pasando que requiere atención de los adultos.
Annabell y su familia viven en Brasil, la pequeña niña siempre ha sentido un amor especial por Zaya, Neném y Tataia, las mascotas de la familia. Lawria Melo, la madre de Annabell dijo que donde uno va, seguro que los demás lo seguirán.
«Siempre han sido los mejores amigos. Todas las mañanas los besa a todos. ¡Los ama como si fueran sus hermanos!», dijo Lawria.
Annabell y los cachorros frecuentemente juegan juntos al aire libre, son como un gran equipo, pueden pasar horas y horas y nunca se cansan, es como si hacen un entretenimiento sin fin.
Realmente a los padres de Annabell les encanta saber que su hija y sus cachorros son felices juntos.
El otro día las risas alegres se silenciaron, y eso llamó la atención de los padres de Annabell, quienes enseguida fueron averiguar qué era lo que estaba pasando.
«El ambiente se había vuelto demasiado silencioso», dijo Lawria.
Cuando descubrieron la razón del silencio misterioso no pudieron evitar sentirse conmovidos.
Evidentemente, Annabell y los cachorros se habían cansado de toda la diversión que estaban teniendo y decidieron tomar una siesta grupal.
Annabell podía haber ido a su cama, pero no lo hizo porque eso significaba estar separada de sus amigos peludos.
«Me reí mucho. Cuando llegué estaba cubierta de arena de la cabeza a los pies», dijo Lawria.
Aunque los padres de Annabell encontraron la escena adorable y divertida, la niña no le dio importancia para ella es algo natural.
«Aún no sabe hablar, pero creo que para ella es normal. Tratamos de explicarle que no puede hacer ciertas cosas que hacen los cachorros, pero Annabell no está del todo de acuerdo, incluso si eso a veces significa tener que tomar un baño adicional”, dijo Lawria.
Para Annabell no hay nada mejor que estar con sus amigos peludos.
«Es asombroso ver el afecto y el amor que les tiene. Son parte de su vida», dijo Lawria.
Seguramente que en el futuro habrá muchas manos y rodillas sucias, nubes de pelo de los perros por todos lados, pero, aun así, los padres de Annabell no lo harían de otra manera.
No cabe duda de que Annabell ama a sus padres, pero hay otros integrantes de la familia que simplemente adora… sus amigos peludos. ¡No dejes de compartir esta linda historia!