Cada año más de 3 millones de gatos entran en los albergues o refugios para animales debido al abuso, a la negligencia o al abandono por parte de sus dueños. Sin embargo, un número mayor de gatos nacen y mueren en las calles, y lamentablemente nunca tienen la suficiente suerte de siquiera llegar a un albergue. Y eso es exactamente lo que le iba a suceder a este pequeño gatito antes de que una profesora en Brasil lo encontrara en medio de la banqueta dentro de una bolsa de plástico y lo rescatara.
El pobre minino estaba empapado y asustado.
En la mañana del pasado 3 de marzo Aline Martins estaba paseando a su perro cuando vio una bolsa de basura que parecía moverse por sí sola, y lo más raro, se escuchaban pequeños maullidos. Curiosa de saber lo que estaba pasando, agarró la bolsa y rápidamente desató los dos nudos que la mantenían cerrada y fue así como encontró al diminuto gatito en su interior. Inmediatamente Aline tomó al minino y lo llevó con ella a casa para empezar a cuidar de él.
Al llegar a su hogar le dio un baño caliente y lo alimentó.
El pequeñito necesitaba urgentemente alimento y Aline se lo proporcionó a través de una jeringa.
Aline también armó una pequeña camita para su nuevo amigo, la cual el inocente minino amó tanto que empezó a ronronear tan pronto como se acostó en ella. Para él comenzó una vida nueva…
Ahora, este adorable gatito llamado Davi tiene un nuevo hogar lleno de amor y de una familia que lo cuida como se merece.
¡Simplemente no podría estar más feliz rodeado de tanto cariño!
Desafortunadamente no todo el mundo puede hacer espacio para un nuevo amigo peludo en su casa, sin embargo, siempre se puede rescatar a los animalitos necesitados y llevarlos al refugio local más cercano, e incluso ayudar como voluntario en su cuidado.
La historia de Aline y Davi es prueba de que todavía existen personas de buen corazón dispuestas a ayudar a todo aquel que lo necesite.
Love Meow
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