Somos conscientes de que algunas personas adoptan animales para que ejerzan, en su etapa adulta, una función “laboral”, única y exclusivamente. Me refiero a aquel perro que desde cachorro no convive con la familia, sino que es dispuesto en una parcela, atado a una cadena.
Esta no es la historia de un cachorro, sino de un perro de la tercera edad, de raza bóxer. Fue encontrado en una desvencijada residencia ubicada en la calle 51, entre el 41 y 43 del centro de Tizimín, una ciudad ubicada en el municipio del mismo nombre, en el estado mexicano de Yucatán.
El desventurado canino estaba encerrado en un patio tras una reja oxidada totalmente cerrada con candado. Vecinos del sector se pusieron en contacto con la agrupación mexicana Bienestar Animal Tizimín, quienes acudieron inmediatamente al lugar de los hechos, acompañados con algunos efectivos de la policía.
Los funcionarios tuvieron que hacer uso de un mazo para poder ingresar al inmueble. Una vez adentro, el sufrido animalito pudo ser rescatado por miembros de la organización y ahora el can se está preparando para ser adoptado.
Según cuentan los voluntarios en una publicación a través de sus cuentas en las redes sociales, el rescate se llevó a cabo con la ayuda del jurídico del ayuntamiento y comandante de policía, ya que les había llegado un mensaje de auxilio el pasado 26 de noviembre que, por su gravedad, requería de la presencia de las autoridades.
El perrito tenía heridas visibles en todo su cuerpo que sugerían que había sido arrollado por un vehículo. Necesitaba de atención médica urgente, ya que además tenía una hernia. El pobre animal sobrevivía día a día con los restos de comida que le lanzaban los vecinos desde la calle.
“Estaba muy débil y golpeado. Todo parecía indicar que había sido atropellado previamente a su encierro”, dijo Lucy Coronado, integrante del grupo de rescate.
En la publicación, el grupo rescatista informó que necesitaba un hogar con mucho amor para que viviera feliz los últimos años de su vida. A pesar de que se encontraba en manos de especialistas, estos se enfrentaban a tener que decidir entre tratarlo o sacrificarlo, debido a su avanzada edad y a la gravedad de las heridas.
“El perrito ya está en manos de especialistas médicos que analizarán su estado de salud y que decidirán si lo tratan o lo sacrifican, según lo que diga el médico a cargo”, añadió Coronado.
Afortunadamente, tiempo después el animalito se fue recuperando poco a poco. En la más reciente publicación de Bienestar Animal Tizimín se pudo leer la feliz noticia de que el perrito ya se encuentra en un nuevo hogar adoptivo que lo amará hasta su último suspiro.
Llega un momento en el que los perros empiezan a achacar el paso del tiempo, como cualquier especie. Desafortunadamente, hay muchos perros senior que son obligados a vivir en la indignidad de una cadena, en el más absoluto desamparo.
El tiempo no perdona y el paso de los años requiere unas necesidades y cuidados especiales en los animales mayores. Prestémosle mayor atención a nuestras mascotas, sobre todo cuando estas ya son mayores. Comparte y hagamos consciencia.