Como cada día, muchas personas llevan a su perro al parque, lo sueltan y lo dejan jugar. De pronto, un despiste los hace perderlos de vista, o también puede ocurrir algo que asuste a la mascota motivándola a salir corriendo.
Esta es una de las formas más frecuentes de perder a una mascota, así como muchas otras. Por eso es tan importante aprender a prevenir.
Por fortuna, gracias a los avances de la tecnología, existen collares con microchip y aplicaciones móviles que nos pueden ayudar a encontrar a nuestros perros perdidos, gracias a un sistema GPS.
Esto fue lo que salvó a un perrito llamado Chato, después de que desapareciera sin dejar rastro. Sandra, su cuidadora humana logró ser ubicada a través de uno de estos dispositivos instalados en el animalito.
Como Sandra no tenía los medios para llevarlo hasta su casa, Erica, una empleada del refugio de animales ubicado en Sacramento, California, Estados Unidos se ofreció para viajar 17 horas hasta Nuevo México y buscar al canino perdido.
“Sandra estaba llorando cuando le dijimos que habíamos encontrado a Chato. En parte, por alegría, pero también por tristeza, ya que ella no tenía los medios para llevarlo a Nuevo México”, dijo Erica.
Resulta que la mascota de raza pug se perdió hace seis años. Erica viajó casi 1.900 kilómetros por carretera, junto a su novio, para así devolverle la felicidad a Sandra de volver a ver a su amado perro después de tanto tiempo. Además, el albergue corrió con todos los gastos del viaje.
Si bien el microchip ayudó a encontrar a Chato, Sandra, sin embargo, acababa de mudarse a Nuevo México. Desde el refugio de Front Street esperaban en algún momento notificarle que su perro se encontraba en perfecto estado de salud.
El hecho fue denominado por todos en el refugio como una historia milagrosa de nobleza y bondad en el Día de Acción de Gracias. Sandra había luchado incansablemente por volver a ver a su perrito y hoy, por fin, su sueño se volvió una realidad.
“Después de 6 años de extrañarse, Chato y Sandra se reunieron hoy, justo a tiempo para la cena de Acción de Gracias”, escribió la organización Front Street en sus cuentas de las redes sociales.
Sandra, en tanto, no paró de llorar de alegría, de besar y abrazar a su amado animalito de compañía quien, gracias a la tecnología y a la acción desinteresada de Erica, logró reencontrarse con su querida mamá adoptiva. En verdad, Sandra nunca perdió la esperanza de reencontrar a Chato.
Si tu perro se extravía, poner la denuncia no es el único paso. El tiempo que transcurra desde la desaparición es vital.
Pedir ayuda a las asociaciones caninas es otro recurso, además de previamente ponerle collar con los datos de contacto, y si se puede ponerle un chip de identificación aunque en tu país no se obligatorio.
Vale la pena compartir este grandioso reencuentro que nos recuerda que jamás hay que perder la esperanza. No hay nada imposible.