Megan Clemens es una dedicada amante de los animales que aprovecha cada segundo para disfrutar junto a su perrito Stanley. En uno de sus últimos paseos, Megan se acercó a un poste para ver algo que parecía ser el aviso de un perrito extraviado. No podía imaginar que en su lugar se encontraría con algo muy diferente.
“Siempre me detengo para ver los avisos de perritos perdidos. Puede que algún día logre ayudar a alguno. Pero al comenzar a leer descubrí que era otra cosa”, dijo Megan.
El aviso tenía las imágenes de un hermoso perrito de raza Golden llamado Buster. En la primera fotografía lucía muy joven y en la segunda se podía ver como un lindo perrito mayor. Cuando leyó las fechas que acompañaban a la imagen, Megan comprendió que era el obituario de un perrito que siempre veía a lo largo de sus paseos con Stanley.
“Mi corazón se arrugó. El mensaje era agridulce. Muy especial. No pude evitar las lágrimas”, explicó Megan.
Era muy extraño pensar que no lo volvería a ver ya que era el más simpático de todo el vecindario y se tomaba todo el tiempo del mundo para socializar con perritos y humanos. Elizabeth King era la dueña de Buster y se encontraba lidiando con la dolorosa partida de su mascota.
Pasaron juntos más de 10 años y Elizabeth decidió despedir a su peludito de una manera muy especial. Después de todo, sabía que no sólo su familia extrañaría al hermoso Golden. Todos sus vecinos le habían tomado mucho cariño y quería dar a compartir la noticia de alguna manera que dejara en alto la memoria del especial perrito.
“Conocer a Buster era amarlo. Le gustaba el agua, correr, jugar a la pelota, los aguacates y conocer nuevos amigos. Lo mejor de todo era que Buster me amaba a mí”, dice el obituario del perrito.
Elizabeth había tenido a Buster desde que era un adorable cachorrito de tan sólo 7 semanas de edad. Sus últimos años de vida resultaron muy duros ya que el peludito tuvo que enfrentar una ardua lucha contra el cáncer, pero jamás dejó de brindarle muchísimo cariño a su mamá y se aseguraba de hacerla sonreír cada vez que la veía triste o preocupada.
“El amor que nos brindan los perritos es algo que nos transforma para siempre”, dijo Elizabeth.
Finalmente, Buster perdió la vida pero será recordado gracias al hermoso obituario y los imborrables recuerdos que dejó en todos los que le conocieron.
Acompañamos a Elizabeth en estos momentos tan difíciles. Es una pena que los perritos no vivan mucho más tiempo. Todos quisiéramos disfrutar de su amor y sus travesuras durante toda la vida. ¡Comparte!