No hay nada más importante que salvar a un ser vivo, especialmente cuando es vulnerable y no puede hablar. Esto lo saben bien los valerosos y nobles trabajadores del Metro de São Paulo, Brasil, quienes no dudaron en detener todas sus actividades para poder rescatar a una indefensa peludita en problemas.
Todo sucedió a mediados del mes de noviembre, en una mañana muy inusual, cuando las actividades entre las estaciones de Jabaquara y Conceição, en la línea 1- Azul, tuvieron que detenerse durante unos minutos para sacar a una cachorrita de las peligrosas vías.
La perrita fue vista en el túnel por un empleado, alrededor de las 9 de la mañana, y se tuvo que armar un operativo con al menos diez personas para rescatar al animalito que corría peligro de ser atropellada. Para que se realizara el rescate, se denegó el servicio entre las dos estaciones entre las 9:13 am y las 9:34 am.
El rescate duró 21 minutos
La perrita se encontraba debajo de una de las plataformas, temerosa y sin saber qué hacer para salir por su propia cuenta. Parecía que se había resignado a que le pasara lo peor, pero nadie en el Metro estaba dispuesto a perderla.
«Estaba muy asustada y perdida, ahora está más tranquila. Gracias a Dios, fue un trabajo en equipo muy bien hecho, logramos rescatar viva a la cachorrita, en el menor tiempo posible», dijo uno de los empleados involucrados en el rescate.
La perrita tiene un año de edad y se había perdido la noche anterior. Tras el rescate, uno de los pasajeros de la estación reconoció al animalito porque había visto un anuncio publicado en las redes sociales por su humana. Patrícia da Silva utilizó las redes sociales para alertar sobre la desaparición de su perrita, Bayle, que se había escapado de la puerta de su casa.
Su familia la había buscado por horas sin lograr encontrarla
De inmediato, Patricia fue a la estación y reconoció a Bayle. El reencuentro tuvo muchas lágrimas por parte de su humana que estaba más que feliz de volver a verla y poder abrazarla fuertemente.
«Fue un alivio recibir la información de que la habían encontrado», dijo Patricia.
La perrita también estaba muy feliz de poder tener a su humana de nuevo y ambas se fundieron en un gran abrazo; Bayle apretaba sus patitas contra Patricia y la mujer no dejaba de estrecharla contra su cuerpo para que nunca más volviera a alejarse.
Las lágrimas de Patricia no cesaban, aunque trataba de serenarse y respirar profundamente. Bayle, por su parte, no dejaba de mover su colita de un lado a otro, como signo de la gran dicha que sentía al sentirse segura nuevamente.
Antes de volver a casa, la mujer agradeció a todos los trabajadores por su dedicación y esfuerzo, sin dejar de besar y abrazar a la dulce Bayle que finalmente podrá olvidarse de la amarga experiencia que vivió.
Ojalá muchas más personas fueran capaces de dar un poco de su tiempo para ayudar a los animalitos en aprietos, porque ¡sus vidas también son importantes!
La mujer rompió en llanto al abrazar de nuevo a su perrita
Tú también puedes hacer mucho para auxiliar a los animalitos. No te vayas sin compartir y ayuda a hacer consciencia.