Todos los bebés son hermosos, sin embargo, es indudable que las zarigüeyas recién nacidas lucen tan especialmente tiernas que es imposible no amarlas de inmediato, sobre todo con sus singulares orejitas y colas.
También es cierto que todos los bebés necesitan el cuidado de sus madres y, por eso, lo que sucedió con tres bebés zarigüeyas en Paraná, Brasil, es un hecho que nos invita a ser siempre bondadosos y amigables con todos los seres de la naturaleza.
Un día que parecía ser como cualquier otro en las instalaciones del Parque Estatal Palmito, fueron encontrados tres cachorros de zarigüeya de orejas blancas. Pero nadie sabía en dónde se encontraba su madre.
Debido a su vulnerabilidad, al ser extremadamente pequeños, los animalitos fueron acogidos por el Instituto Água e Terra (IAT), en la costa del estado. En dicho lugar, además de recibir atención veterinaria, comenzaron a ser preparados para ser liberados al medio ambiente, evitando que crecieran encerrados, en cautiverio.
Cuando se les dio la bienvenida, cada uno de los bebés medía 14 centímetros de largo y pesaba solo 200 gramos. Su edad estimada, según el IAT, estaba entre las 11 y las 12 semanas de vida, ¡vaya que eran unos bebés!
¡Son hermosas!
Afortunadamente, la ausencia misteriosa de su madre no fue un impedimento para que las zarigüeyas lograran crecer y desarrollarse sanamente, hasta el momento de ser liberadas en la naturaleza.
Ahora, al volver a su hábitat natural, estas pequeñas ya miden aproximadamente 18 centímetros y pesan 400 gramos. Solo podían regresar al medio ambiente con este tamaño, con al menos 13 a 14 semanas de vida, teniendo en cuenta las recomendaciones del Boletín Técnico de Cuidado, Rehabilitación y Liberación de Zarigüeyas de la Asociación Brasileña de Animales Silvestres (Abravas).
Las zarigüeyas tienen un papel imprescindible, son los reguladores del ecosistema de una región. Actúan como controladores de plagas y zoonosis. Las zoonosis son enfermedades que pueden transmitirse a los humanos a través de los animales, ¡por eso son tan importantes!
Las zarigüeyas, por ejemplo, se alimentan de garrapatas, que son factores de transmisión de enfermedades infecciosas. Así que, el hecho de que hayan vuelto a su hogar es fundamental.
“Son animales del bien. ¡Qué sean felices, se desarrollen y tengan muchos bebés!”, comentó un internauta.
Algo muy importante, si un día tienes la suerte de encontrarte con unos bebés tan hermosos como estos, es no tocarlos, debido a que su propia personalidad natural les hacer ser independientes y podrías alterarlos.
Lo más recomendable para ayudar a un animal en aprietos es comunicarse inmediatamente con las autoridades correspondientes, quienes son especialistas en ellos.
Recuerda siempre tender una mano amiga a los animalitos en riesgo y ayudemos a proteger la Naturaleza. No te vayas sin compartir.