Rocky es un hermoso amigo peludo que ha estado con su familia desde que era solo un cachorro. Sus seres queridos y amigos siempre lo han descrito como un gigante amistoso. Este adorable perro ama a sus hermanos humanos y siempre es muy amable con ellos.
A pesar de ser un perro de gran tamaño, muchas veces parece un cachorro pequeño. Rocky le tiene miedo a cosas como los faisanes y los fuegos artificiales. Es un amigo peludo gentil, pero a veces le gusta explorar y su curiosidad lo lleva a meterse en cosas que no debería.
Recientemente, Rocky se quedó solo en casa; aunque Gosia Zywicka Neto, su madre, sabía que él subiría a escondidas y tendría una aventura, esperaba que no fuera una muy grande, porque se encargó de asegurar lo que ella pensaba podía causar algún problema.
“A Rocky no se le permite subir las escaleras, pero literalmente lo hace cada vez que está solo en casa. Él sabe que ahí es donde está la comida para gatos”, dijo Gosia.
Cuando Gosia llegó a casa de inmediato se dio cuenta que Rocky había hecho una travesura porque no estaba allí para recibirla, y eso le causó confusión y sospecha.
Gosia no tardó en subir las escaleras y descubrir que su cachorro de alguna manera se las había arreglado para encerrarse en el baño.
«Supongo que tras comerse toda la comida para gatos le dio tanta sed que decidió beber agua del baño», escribió Gosia en una publicación en Facebook.
Rápidamente lo liberó, pero cuando el cachorro salió vio que se había atascado el asiento del inodoro de su hermano en la cabeza.
“Por desgracia para Rocky el pequeño asiento estaba encima del inodoro y se atascó en su cabeza. Entró en pánico tratando de liberarse que cerró la puerta», dijo Gosia.
Mientras Rocky salía del baño con el asiento del inodoro en su cabeza estaba avergonzado, era evidente que se sentía un poco culpable por saberse descubierto en medio de su aventura en el piso de arriba.
Sin embargo, estaba tan emocionado de ver a su madre que le tomó un tiempo lograr que se quedara tranquilo para intentar liberarlo del asiento del inodoro.
“Me tomó una hora encontrar una manera de cortar el asiento, ya que estaba hecho de un plástico duro”, dijo Gosia.
Finalmente, Gosia logró quitarle el asiento, Rocky estaba muy agradecido, sin embargo, su madre cree que probablemente esta no será su última travesura.
«Ojalá haya aprendido la lección, pero estoy casi segura de que no lo ha hecho», escribió Gosia.
Ella cree que él se escabullirá y seguirá tratando de comerse la comida para gatos tan pronto como lo deje solo en casa nuevamente.
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