Todas las respuestas están en el amor. Esa es una teoría de vida que si bien a algunos les cuesta adaptar a su cotidianidad, otros encuentran en los detalles sencillos la mejor prueba de afecto y lealtad.
Y es que sin importar que hablemos de diferentes especies, todos necesitamos estar en contacto con el amor, cuidar y ser cuidado por el otro.
Los perritos siempre querrán cuidar a los niños de la casa.
Una prueba de ello es el hermoso vínculo que se ha creado entre un perrito y su adorable hermano humano, un niño de apenas dos años.
Kenzie Kennedy, es la madre de estos dos seres tan diferentes, pero con una cosa en común: ambos robaron su corazón desde el primer momento en que llegaron a su vida.
Nuestro peludito protagonista duerme junto a su hermano cuidando sus sueños.
Reiney es un tierno springer spaniel tan solo 3 meses mayor que su hermano Carson. Aunque al principio los padres temían presentarle a Reiney a su bebé, solo fue cuestión de segundos para que esta adorable bola de pelos decidiera convertirse en el fiel custodio del niño.
Se podría decir que desde el primer momento en que se conocieron surgió una especie de amor a primera vista.
El niño abraza al perrito como si se tratara de un osito de peluche.
Desde entonces, ha sido casi imposible separarlos, su apego es tan grande que incluso cada noche comparten la misma cama y duermen plácidamente sin importar la diferencia de tamaño y por supuesto de textura.
La madre ha capturado las tiernas imágenes y las compartió en las redes sociales, no pasó mucho tiempo para que los internautas explotaran de ternura y murieran de amor al contemplar una de las escenas más tiernas nunca antes vista.
Entre suspiros y abrazos ambos tienen dulces sueños.
Quizá es posible saber de un perrito que vele el sueño de los más pequeños de la casa, pero ver a Carson y Reiney abrazados y dormir plácidamente sin que nada les moleste, es la prueba más tierna y pura entre un perrito y un niño.
Un vínculo sagrado para toda la vida.
No podemos negar que es una de las amistades más adorables que hemos presenciado. Si bien Carson aún es muy pequeño, es posible que unos años necesite una cama más grande en el que pueda compartir su espacio con su amado perrito.
Después de todo, un vínculo tan hermoso como este es para toda la vida. O al menos deseamos que en este caso lo sea.
Esperemos sigan siendo los mejores amigos conforme pasa el tiempo. Sin duda, Carson tiene el mejor ángel guardián y custodio de sueños. Comparte esta historia en tus redes y hagamos posible que más personas contemplen este hermoso vínculo de amor y lealtad.