Entre tantas historias de maltrato animal que nos llenan el corazón de tristeza hay una luz que nos devuelve la esperanza: la labor de héroes que dedican su vida para atender a aquellos animales víctimas de tanta crueldad que sobreviven en peligro y abandono.
Ellos son ángeles que aparecen en el momento justo para regalarles a muchos peludos la oportunidad de vivir tan felices como merecen. Michael Baines es uno de ellos, nació en Escocia pero su familia se mudó a Suecia cuando tenía 2 años de edad. Él viajó a Tailandia de vacaciones, jamás se imaginaba que el destino le depararía una oferta de empleo que le haría adoptar ese lugar como su hogar.
Michael hoy tiene 48 años y es chef y gerente general de un restaurante llamado Carrot pero además de su empleo dedica su tiempo a una labor muy especial: alimentar y proteger a los perritos sin hogar.
En Tailandia hay una cifra alarmante de perros abandonados, 300.000 solamente en su capital, Bangkok y a pesar de que existe un pequeño refugio en la ciudad donde vive Michael no se dan abasto. Hay muchos casos de maltrato animal, los perros son asesinados disparándoles o envenenándolos.
Todo comenzó cuando una perrita se acercó a un restaurante desesperada por encontrar algo de comida, se presentó en la parte trasera del edificio con heridas y varias lesiones. Michael notó que ella acababa de tener cachorros, y no dudó en ayudarla así que la alimentó a diario y ella regresaba con sus hijos hasta que convenció a uno de sus compañeros para que la adoptara.
Desde ese día supo que quería asumir el compromiso de proteger a los perros abandonados, heridos, enfermos, que en sobreviven en las calles sin el amor ni el calor de un hogar.
Él se encargaba de alimentarlos, de buscar alianzas con veterinarios para que le apoyaran con la esterilización de los animales y le ayudarán a encontrarles una familia.
Cada día Michael sale a darles agua y alimento a los perros, hace 17 paradas a lo largo de tres rutas diferentes.
Cuando va desde su casa al restaurante alimenta a 30 perros, y después del desayuno hace alrededor de 9 paradas para alimentar a 30 o 35 perros más. En la parte de afuera del restaurante alimenta a 6 perros y en el camino de regreso a 5 más. ¡Qué grandiosa labor!
Michael fundó la asociación The Man That Rescues Dogs y las donaciones que reciben se destinan 100% a la ayuda de los perros de la calle, a quienes les lleva alimento seco, arroz hervido con un poco de aceite vegetal y caldo, pollo hervido o carne de cerdo. También se encarga de administrarles una vez al mes un polvo que impide que los animales se infecten de parásitos, garrapatas y pulgas.
A aquellos perros que están enfermos les ha dado antibióticos para que se recuperen, aunque no cuenta con un espacio físico para mantenerlos, pero si alguno está en un estado de salud crítico lo cuida en las instalaciones de su restaurante y trata de encontrarle un hogar.
Afortunadamente, ha tenido mucha receptividad, casi en todos los casos ha encontrado una familia que adopte a los perritos rescatados y eso es maravilloso.
En su casa tiene a 9 perros rescatados, “Nueve no es loco, pero 10 sería una locura”, comentó Michael en tono de broma. Michael hace un par de años sufrió un derrame cerebral, pero ganó la batalla para seguir luchando por sus perros. Sueña con ayudar a todos los que pueda y conseguir voluntarios que se sumen a esta labor, promueve la adopción, “No es necesario comprar una raza, adoptar una mezcla creo que es lo mejor”.
Simplemente es admirable lo que hace, un ejemplo para todos. Siempre hay una forma de ayudar, comparte esta gran historia con tus amigos.