Una vez más, tenemos el penoso deber de compartir un caso de indignidad cometido hacia los seres más indefensos y vulnerables. En todos los lugares uno puede ver animales muriendo de hambre, sin hogar, con enfermedades, sucios, desolados, es una realidad que afecta a muchos rincones del mundo.
La verdad es que poco se puede esperar de un país que consiente el trato injusto hacia los animales.
Historias que nos hacen menos y que nos avergüenzan a todos como especie, momentos que quedan grabados para siempre en los que dejamos de lado nuestro verdadero rol, que es el de proteger a los animales y garantizar su bienestar.
Un pequeño cachorrito fue encontrado en las condiciones más deplorables posibles, yaciendo en un terreno baldío localizado en las inmediaciones del centro de Fernando de la Mora, en Paraguay.
Había sido cruelmente maniatado y amordazado, por lo que le era absolutamente imposible moverse. Impotente, solo esperaba la hora de su triste final, desamparado como estaba, sin ni siquiera poder emitir un ladrido.
Una situación desesperante e inmerecida para cualquiera y que nos deja en entredicho como supuestos “animales superiores”.
Por fortuna, el canino pudo ser avistado por un grupo de transeúntes que pasaban por el lugar y pidieron ayuda, ya que su condición de salud era tal que, de no haber alertado a las autoridades a tiempo, el perrito podría haber fallecido irremediablemente.
La respuesta de los cuerpos de rescate no se hizo esperar, y un grupo de voluntarios, incluido un veterinario y agentes de policía se presentaron en el sitio para descubrir que, estaba muy deshidratado, famélico y asustado.
El perro fue víctima de golpes, tenía hematomas y lesiones en varias partes del cuerpo. Además, le detectaron enfermedades transmitidas por garrapatas.
“Estaba inmovilizado completamente. El pequeño ya se había rendido: esperaba el momento en que su sistema simplemente decidiera dejar de luchar. Por fortuna, lo detectamos a tiempo”, dijo uno de sus rescatistas.
Un día después, las cámaras de seguridad mostraron a un hombre ingresando al terreno a bordo de un vehículo del que bajó vestido con una camisa negra, bermuda de jeans y zapatos deportivos de color negro.
“Conforme manifestaron los vecinos, desde una camioneta, por las huellas que dejó en el patio baldío, lo dejaron a su suerte. Acudimos al sitio y cortamos las sogas que mantenían atado al perro”, aseveró Juan Manuel Enciso, el director de la Policía Nacional de Paraguay.
Finalmente, se logró la captura del sujeto identificado como Jonatan Matías Galeano, de 23 años, quien tiene un amplio prontuario policial con varios antecedentes por robo y hurto. Una acción más que indignante de alguien que, de una manera bastante cobarde y vil, optó por “deshacerse” de una criatura inocente.
Galeano negó los hechos durante su declaración en la Fiscalía, asegurando que encontró al perro y trató de desatarlo, pero que este intentó morderlo. Un testimonio que la corte desestimó, ya que el perro estaba totalmente amordazado.
Además, durante un allanamiento en su casa, se encontraron almohadones con pelos que coinciden con el mismo color del animal y restos de cuerda con la que se presume lo ató. Fue imputado por la fiscalía y un juez decretó su ingreso a prisión preventiva.
Gracias a la pronta intervención de las autoridades y a las asociaciones animalistas que siguieron su caso, este pequeño hoy se encuentra sano y salvo. El can, que fue bautizado como Shelby, pronto estará listo para darse en adopción y recibir el amor que merece.
Cuando negociamos aquella antigua tregua en la que nos comprometimos a ser garantes del bienestar de nuestros compañeros del Reino Animal, tal parece que lo hicimos entrecruzando los dedos.
Ahora nos toca ayudar a encontrar un hogar para Shelby, nos consuela saber que fue rescatado y esperamos que se cure de las heridas de su cuerpo y de su corazón con una familia que lo ame por siempre. Comparte esta estremecedora noticia y alza tu voz contra el maltrato.