Resulta increíble observar el comportamiento de cualquier animal frente a sus hijos, pero las gatas, en especial, tienen una manera muy concienzuda de cuidar a sus cachorros desde el mismo instante en que saben que va a tener lugar el parto.
La mamá gata se pone muy ansiosa buscando un sitio seguro donde tener a sus crías. Incluso las que son callejeras, siempre tienden a acercarse a los hogares donde son acogidas, y aunque ellas mismas nunca hayan tenido uno, algo se enciende dentro y procuran ese mejor lugar para tener a sus bebés.
Jamie Myers se encontraba pasando unas lindas vacaciones acampando con su familia, cuando su hija de 10 años de edad vio lo que parecía un minino a lo lejos y le avisó a su madre. Como amantes de los animales, decidieron salir de su casa rodante para tratar de buscar al gato que se encontraba dentro de un tubo de desagüe.
“Saltamos de la casa rodante y volvimos corriendo a la carretera por la que entramos, para buscar a este misterioso gatito que estaba muy fuera de lugar. Varios cientos de metros atrás, encontramos una tubería de desagüe debajo de la carretera y lo que vimos en esa tubería de desagüe fueron dos ojitos que nos miraban”, dijo Myers.
Evidentemente, ese no era el lugar más indicado para estar, así que Jamie y su hija trataron de convencer a la felina de que saliera dándole un poco de comida, la cual aceptó y devoró inmediatamente, mostrando lo hambrienta que estaba la pobre.
“Bien podría ser el rescate más fácil que hemos hecho. Dejamos afuera la pequeña lata de comida y ella no dudó ni un minuto. Ella salió enseguida y nos mostró lo hambrienta, hermosa y mortalmente delgada que estaba”, añadió.
No se sabe cuánto tiempo pasó viviendo en el drenaje, pero su condición denotaba que había sido bastante, de modo que la agradecida gatita siguió a la familia hasta el campamento donde se quedó todo el fin de semana durmiendo en la cama junto a ellos. Nadie fue a recogerla. Obviamente había sido dejada a su suerte.
¡Oh sorpresa! Caki venía acompañada
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que la gatita mostrara que entre su piel flácida y sus huesos se escondía el milagro de la vida. La minina iba a ser mamá. En los días que pasaron, nunca más tuvo que preocuparse por comida y cuidados, tampoco de los abrazos cariñosos de todos en su nuevo hogar rodante.
La gata, bautizada como Caki, floreció y dio a luz a seis hermosos cachorros que llegaron para llenar con su luz y su alegría los corazones de Myers y compañía, quienes se abocaron a la crianza de las seis nuevas mascotas, más una, en un nuevo hogar seguro, amoroso y feliz.
Debido a su desnutrición, mamá gata producía poca leche al principio, así que la familia ayudó a alimentar a los peludos mediante un biberón. Apenas tomó fuerzas y su nutrición se estabilizó, pudo amamantar ella misma a todos sus exigentes y hambrientos vástagos.
La verdad es que ha resultado ser una madre increíble, siempre alerta de sus pequeños y haciendo lo imposible por protegerlos y mantenerlos cerca de su vista, ronroneando constantemente con ellos, casi como cuando una madre humana aconseja a sus hijos.
Una fabulosa y muy unida familia de gatos, creciendo felices y a pasos agigantados.
Comparte esta historia con tus amigos. Cuando esta familia pensó que había salvado una vida, resultó que fueron siete. ¡Bravo por ellos!